Los insultos proferidos por el teniente de alcalde de Economía del Ayuntamiento de Zaragoza, Francisco Catalá, contra Sebastián Contín, concejal del Partido Popular, al que tildó de "rata que escarba en la basura" y le acusó de "representar la derecha más cutre y extrema de esta ciudad", no cayeron en saco roto y se augura una prolongada polémica entre ambos partidos. El PP, por su parte, ya anunció ayer que presentará "una queja formal al alcalde" para que repruebe la actitud de Catalá, al que le exige una disculpa. El responsable de Economía, por su parte, rehusó hacer declaraciones para no continuar con este cruce de descalificaciones.

Pero el PP no quiso pasar por alto las declaraciones de Catalá. Ayer tomó la palabra la portavoz del grupo municipal, para exigir al alcalde, Juan Alberto Belloch, que actúe, que "frene la cadena de despropósitos que ha protagonizado durante los últimos meses el consejero socialista", y le reclama una disculpa por unos insultos "inaceptables e intolerables que sobrepasan cualquier límite del legítimo debate político". "Llamar rata a un miembro de la corporación debe ser objeto de reprobación inmediata por parte del primer edil de la ciudad. Si lo hubiese hecho un concejal del PP, el alcalde ya habría exigido una rectificación", añadió.

Sin embargo, la portavoz popular no desaprovechó la oportunidad para cargar contra el teniente de alcalde, del que recordó que "no es la primera vez que se dirige en términos insultantes y despectivos a concejales del Partido Popular" y, de paso, incidió en el polémico plante a la delegación china de Expo Shanghai 2010 y su "escaso tacto político". "Creemos que ya es hora de que el alcalde coja el toro por los cuernos y llame la atención a un concejal que ha perdido los papeles demasiadas veces", criticó Serrat.

OFICINA DE LA ONU Por último, insistió en reclamar explicaciones por los criterios de selección del personal en la Oficina de la Década del Agua de Naciones Unidas. "Frente a esta obligación del gobierno de informar a los concejales de esta corporación, la única respuesta ha sido un grave insulto que evita aclarar la cuestión y que traspasa lo ética y estéticamente admisible en política", indicó Serrat, quien recordó que Catalá tiene "la obligación de respondernos". "Si evita dar explicaciones usando el insulto y la descalificación, vulnera el derecho de los concejales a la información y traspasa las reglas de convivencia", concluyó.