El alcalde de Barcelona, Jordi Hereu, volvió esta semana a la carga. Y obligó a desperezarse al Ayuntamiento de Zaragoza. Las maniobras del primer edil catalán siembran la discordia entre las candidaturas olímpicas del 2022. Pero ante todo han tenido un impacto, que lejos de unificar voluntades han creado ondas expansivas que dejan solo al socialista.

Hereu parece no medir bien sus fuerzas. O su capacidad para aunar esfuerzos. A día de hoy, el alcalde de Barcelona parece encontrarse solo en su carrera olímpica. Pero no conviene engañarse. El PSC no dejará escapar el proyecto. Por ahora Hereu ha dejado claro que cuenta con respaldos en el Gobierno central, donde no hay que olvidar que el PSC tiene gran influencia. Lo mismo parece suceder en el Comité Olímpico Español. De hecho, el olimpismo siempre ha tenido en la comunidad vecina a sus propulsores más significativos.

Así que no hace bien el vicepresidente del Gobierno, José Ángel Biel, al tomarse a broma las maniobras de Hereu. Sus socios en la DGA se muestran más cautos. No valoran los contactos del alcalde de Barcelona en Madrid, sobre todo porque vienen de informaciones publicadas, sobre las que, dicen, no se tiene constancia. En la plaza del Pilar, el entorno de Belloch dudó de las intenciones de este medio al publicar el cambio de intenciones de Hereu --de organizar los Juegos de verano del 2020 a los de invierno del 2022--. Después, reculó y se reiteró que la imparcialidad está "garantizada".

Desde Aragón se han mantenido también contactos de alto nivel en Madrid. De forma silenciosa, sin hacer alardes. No hay intención de alimentar ningún enfrentamiento con Barcelona. Es más, el error estratégico de Hereu al anunciar su candidatura sin tener apoyos en casa se ha traducido en un fortalecimiento del proyecto aragonés. El Ejecutivo autonómico subraya que hace los deberes.

Gran parte de los esfuerzos se centran ahora en el acto del jueves 18. Belloch y el presidente Marcelino Iglesias se desplazan a Madrid para presentar la candidatura. Las fotos no serán gratuitas. Y las presencias y ausencias no se dejarán al azar. Se trabaja para contar con asistencias de peso, tanto del Ejecutivo central como del COE. A veces, una imagen vale más que mil palabras, para lo bueno y para lo malo.

Viaje oficial

Y, entre tanto, en las dependencias municipales continúa la pugna por la conveniencia o no de viajar a Vancouver. El alcalde solo irá si cierra agenda con el primer edil de la capital de la Columbia Británica. La publicación del decreto de ahorro de Belloch obliga a los portavoces a decidir si apoyan o no las salidas internacionales de los concejales. PP, CHA e IU han dejado claro que solo respaldarán este desplazamiento si la agenda está "clara y definida". Manu Blasco y Jerónimo Blasco viajarán acompañados por Luis María Garriga, asesor del concejal de Deportes y exolímpico. Garriga tiene más que buenos contactos en el COE --le une una intensa amistad con Alejandro Blanco--. Eso sí, ni de lejos tan buenos como los que puede lograr Hereu gracias a la familia Samaranch. La delegación aragonesa sabe que en Vancouver hay periodistas y que no podrán vender ninguna moto. No vale con hablar en los pasillos o echando un café. Serán observados y, a fecha de hoy, no cuentan con acreditaciones oficiales. Dicen que "solo" sirven para acceder a la zona VIP. Nada más y nada menos. La diferencia entre formar parte del círculo o de quedarse al margen.

Tanto protagonismo de Belloch y Zaragoza no está pasando tampoco desapercibido entre los futuros miembros del consorcio. Desde la DGA miran con recelo algunas decisiones del entorno del alcalde y desde Jaca tiemblan cuando escuchan que se construirán villas olímpicas en la capital un día al este y al siguiente al sur.