Bilan tiene ahora 18 años y medio. Nació en Tánger, en Marruecos, pero apostó por España para lograr una vida mejor. De los tres años que lleva en el país, más de uno lo ha pasado en un centro para menores inmigrantes no acompañados, es decir, que están bajo la tutela de la DGA. Según la ley, estos menores deberían salir de los centros, al cumplir la mayoría de edad, con un programa de inserción que asegure su integración en la sociedad española.

Bilan asegura que ese no fue su caso. "Me echaron a la calle, sin papeles, sin ayuda. Todo esto me ha dolido mucho, por eso me he decidido a reclamar", asegura. Tras pasar por casas de amigos ahora se encuentra alojado en casa de su novia, con sus padres, --"la conocí cuando todavía estaba en el centro", relata--, aunque asegura que está tratando de buscar trabajo para tener un alojamiento propio.

"Se limitaron a hacerme el pasaporte y me dijeron que no me podían hacer la documentación porque era tarde. Yo no entendía nada", asegura este joven marroquí que ahora tiene su permiso de residencia en regla gracias al apoyo de la Asociación Pro Derechos del Menor Tutelado. "Estudié varias cosas, como carpintería, hice prácticas, pero ahora trabajo en lo que puedo: descargando camiones, en lo que sea...", indica. También ha viajado a Barcelona --"conozco gente allí"-- para ver si consigue un trabajo estable. "Me ha dolido mucho lo que ha pasado", insiste.

Y su denuncia es ratificada por Aprodemt. "Fue obligado a salir del centro al cumplir la mayoría de edad, sin papeles, sin trabajo, sin medios económicos y sin lugar para residir, contraviniendo la Ley de Infancia y Adolescencia de Aragón", explican.

Según este colectivo, otros antiguos menores tutelados con situaciones parecidas están valorando la presentación de reclamaciones similares. Se han registrado ya otras tres solicitudes de acceso a sus expedientes.