La falta de relevo generacional en la agricultura y el envejecimiento de la población están derivando hacia una vuelta a la concentración de la propiedad de la tierra. "Vamos por el mismo camino que la despoblación de los pueblos de montaña", advierte Alfonso Cortés, delegado especial del Ayuntamiento de Ejea para el 50 aniversario de los Pueblos de colonización. "El campo va como va y los precios del sector agropecuario son muy bajos", lamenta. En 1953 existían 26 propietarios con más de 250 hectáreas, y los terratenientes eran los tres consistorios más beneficiados por los nuevos regadíos: Tauste, Sádaba y Ejea. Entre ellos se repartieron el 30% de la nueva superficie de regadío, mientras el 70% restante se entregó a los antiguos propietarios y los nuevos colonos.