--¿Dónde está la novedad?

--Lo que nos diferencia de otras agencias para singles, es que esto no es exclusivo para solteros, sino para cualquier persona, que en un momento dado, está sola.

--¿Casados por ejemplo?

--Sí, sí, felizmente casados. Hay varios ejemplos: que no coinciden sus vacaciones, o sus gustos. O las motivaciones. Y hoy en día no está mal visto que una pareja no vaya junta de vacaciones. Lo encuentro incluso saludable...

--Lo digo porque hay empresas especializadas en viajes para ligar...

--Sí, sí, está enfocado así. No es nuestro primer objetivo, sino viajar. Incluso se dan casos de personas que tienen tres meses de vacaciones por lo que sea, y vienen a que les montemos un viaje de ese tiempo. Es otro tipo de cosas.

--¿Rechazan viajes en pareja?

--Como agencia de viajes te voy a preparar un viaje pero no te voy a meter en un paquete donde solo haya gente sola. Podemos confeccionar viajes para grupos o parejas, pero no es habitual.

--Intuyo de paso, que también son una agencia diferente, poco convencional en sus ofertas.

--Sin duda; incluso a veces nos reprochan que no ofrecemos viajes normales. Es que no salen, no es lo que piden nuestros clientes. En la calle hay mucha oferta y hay que especializarse. Nos hemos especializado en buscar cosas raras, originales, ya que nosotros tenemos espíritu viajero.

--¿Se suele entablar relación?

--Claro, porque tienes la certeza de que todos los que están en ese grupo son como tú. Y no suelen ser tipos raros, huraños... La gente acaba haciendo buenas migas... Incluso tenemos productos específicos para singles, como los famosos cruceros de solteros... El abanico es muy grande.

--Qué cosas atractivas tienen?

--Desde un fin de semana con un juego de rol en Guadalajara; como meterse en una novela de Agatha Christie. Tiene mucho éxito. Uno o dos viajes al mes a Egipto, con salida de marcha en El Cairo. Y los largos viajes: con tiempo y dinero, salidas a Australia, Nueva Zelanda...

--¿Qué momento viven las agencias de viaje?

--Las de calle, tradicionales, no muy bueno. Hay demasiadas, demasiada oferta, con una competitividad insana, que no pueden sufrir la competencia de las grandes. Hacen mucho daño. Y la crisis ha afectado mucho al sector medio de la sociedad. A ello se le añaden las ofertas de internet. La gente no sabe que si te surge un problema por estos cauces, nadie te lo va a solucionar. En nuestro caso, el momento de la venta no termina al salir de viaje sino al regresar. Mira, nuestros viajes no son más caros pero gangas no tenemos.