Huesca.

Una pequeña gran ayuda

La Asociación Alzheimer espera tener listo su nuevo centro en el 2013, con capacidad para cien enfermos El ayuntamiento cedió hace unos días un solar municipal.

De menos de 30 a un centenar. De una oficina de 70 metros cuadrados a un gran espacio con varias dependencias. La cesión, hace solo unos días, de un solar de propiedad municipal a la Asociación Alzheimer Huesca permitirá a este colectivo incrementar sustancialmente el servicio que ofrece en la actualidad a estos enfermos y sus familias. El objetivo es poder empezar las obras el año que viene. A principios del 2013 deberían estar ya terminadas y listas para entrar en funcionamiento.

Se cumple así un objetivo fundamental para esta agrupación. Hace ya dos años que la asociación se planteó la posibilidad de crear este centro y pidió ayuda al consistorio. "Todos los grupos lo apoyaron -agradeció su presidente, Javier Lasierra--, pero querían que fuera algo coordinado con la DGA". De hecho, lo único que falta ahora es concretar la financiación, para la que este colectivo confía en las ayudas del Instituto Aragonés de Servicios Sociales, el gobierno central y otras administraciones.

Son pocas las personas que no han visto de cerca el alzheimer. Ya sea de manera directa, en un familiar, o por vecinos que han sufrido el problema, el drama de esta enfermedad degenerativa es un vecino conocido por todos. La asociación trabaja no solo para atender a los afectados sino, sobre todo, ayudar a sus familiares. "El objetivo final es el cuidador", reconoció Lasierra, que recordó que es habitual que sean los propios hijos o cónyuges los que se deban hacer cargo de personas que requieren una atención constante y especializada. "Uno de los proyectos a los que damos más valor es a los grupos de autoayuda, es importantísimo, además de ayudarles en cuestiones como la técnica para mover a los enfermos para evitar, por ejemplo, problemas de espalda", explicó.

La puesta en marcha de estas instalaciones supondrá no solo atender a más enfermos, sino aumentar las actividades para los cuidadores, que podrán acudir durante todo el día. El centro actual puede acoger únicamente a 14 personas por la mañana y otras 14 por la tarde, y los familiares solo pueden ser atendidos a partir de las siete y media, debido a la falta de espacio.

La asociación quiere ser un punto de encuentro no solo en la capital, sino en toda la provincia, y atender a personas de todo el Alto Aragón. Fraga, Barbastro y Monzón cuentan con otros colectivos similares, pero el resto de la provincia no. El reto, en este caso, es el transporte, porque la dificultad radica en el tipo de enfermo. La agrupación no se resigna. "Hay mucha gente y está sola y tenemos ilusión por hacer algo".

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