Delicias.
"Siempre que llueve se inundan los bajos"
Comienzan las obras que evitarán más fugas y filtraciones en el entorno de la calle Barcelona.

"Siempre que llueve se inundan los bajos"
Llevan soportado fugas, filtraciones y reventones de agua desde hace más de veinte años, pero por fin han dado comienzo las obras que pondrán fin a los problemas de los vecinos del entorno de la calle Barcelona. En unos diez meses está previsto que se sustituyan 1.561 metros de tuberías de alcantarillado construidas en hormigón durante la primera mitad del siglo XX y que han dado en los últimos tiempos muchos disgustos por roturas y pérdidas debido a su antigüedad. Los afectados han recibido la llegada de las primeras máquinas y la instalación de las señales que prohíben el tráfico con una mezcla de satisfacción y desconfianza. Están satisfechos porque ven próximo el fin de sus problemas pero ante ellos aparece el fantasma de las calles abiertas, las zanjas y los ruidos, que ya sufrieron en la reciente remodelación de la avenida Madrid y que afecta con más saña a los comerciantes.
Consulta vecinal
"Corremos el riesgo de que nos pase como a las tiendas de Gran Vía si las obras se alargan mucho", asegura Fernando Pérez, propietario de un comercio de punto y confección. "Estamos muy contentos con el inicio de los trabajos porque siempre que llueve se inundan los bajos, pero pienso que deberían haber preguntado algo a los vecinos antes de comenzar", considera. En su opinión, estas son unas obras que podrían haberse unido a las de la avenida de Madrid y que junto a ellas "se podrían acometer mejoras como el soterramiento de cables de alumbrado y de teléfono".
Una opinión similar sostiene Marineta, camarera de un bar de la calle Jordania. "No nos habían avisado y nos encontramos con las obras en la puerta del bar, lo que es un problema porque, con los agujeros, la gente no se para a tomar un café, sobre todo si tiene al lado los ruidos de las máquinas", dice. Para ella, lo ideal sería que concentraran su atención en puntos concretos para reducir al máximo el tiempo de las incomodidades, algo parecido a lo que pretende hacer el ayuntamiento. Para minimizar en lo posible las molestias los trabajos se han planificado de manera que las zanjas no afecten simultáneamente a todas las calles en las que se actúa.
En la primera fase, que comenzó ayer y que tendrá una duración de cuatro meses, se trabajará en las calles Barcelona, Argel, Terminillo, Carderera, San Rafael y Borja y la ocupación de los viales será progresiva dada su estrechez.
Javier Esteban, vecino nacido en el entorno, espera que las nuevas conducciones pongan fin a un problema que se remonta a la construcción del barrio. "Es una lástima que fueran tan chapuceros la primera vez, a ver si ahora lo hacen mejor", apunta resignado.
- Los mutualistas ante la incertidumbre de Muface: 'Me iría a la pública si no fuera por las listas de espera
- El Ayuntamiento de Zaragoza no permitirá las actuaciones musicales de artistas callejeros en la calle Alfonso
- Un reventón hace que se inunden las obras del parquin de una céntrica avenida de Zaragoza
- Zalamero abre su segundo restaurante en Zaragoza: 'La alta demanda nos ha obligado a buscar otro local
- Alquilar los primeros pisos públicos de la DGA en Zaragoza costará entre 305 y 657 euros
- Volotea se postula para operar las rutas de Ryanair desde Zaragoza a Italia y Francia
- El cerramiento del Mercado Central de Zaragoza incrementa su coste un 10% tras quedar desierta la primera licitación
- Vuelven a poner a la venta las populares cintas del Pilar edición cachirulo