La rápida reacción de los Bomberos evitó ayer que un escape de gas, provocado por el reventón de una tubería a manos de un grupo de operarios de las obras de ampliación de la sede de la Diputación Provincial de Zaragoza (DPZ), llegara a causar desperfectos e intoxicaciones. La fuga sí obligó a evacuar viviendas y establecimientos de la calle, entre los que se encuentra el hotel Goya. El martes pasado, otro reventón obligó a evacuar a 200 personas en la calle Las Armas.

El reventón se produjo sobre las 12.10 horas, cuando un trabajo de taladro en una zanja abierta en la acera causó el reventón de la tubería, lo que generó un escape calificado como "de gran magnitud" por el sargento José Lasobras, responsable del dispositivo que desplegaron los Bomberos.

Un portavoz de Endesa, empresa responsable del servicio del gas ciudad en la capital aragonesa, explicó que la contratista de las obras no había pedido a la distribuidora que le facilitara planos del subsuelo de esa zona de la ciudad --incluyen las redes de la electricidad y del gas--, material que la empresa energética ofrece de forma gratuita.

El hecho de tratarse de una calle estrecha facilitó que llegaran a formarse varias bolsas de gas, lo que entrañaba el riesgo de que pudiera producirse una deflagración --y por lo tanto incendios--, explicó Lasobras. Una de las bolsas llegó a crearse en el interior de uno de los comercios de la calle, que fue desalojado.

RAPIDEZ No obstante, los Bomberos pudieron cortar el suministro desde la red general a la tubería afectada por el reventón a los diez minutos de que comenzara la fuga, lo que redujo el nivel de riesgo. El gas terminó disolviéndose rápidamente en el aire al cesar la aportación desde el tubo.

La tubería dañada incluía seis acometidas desde las que reciben su suministro un centenar de clientes. Apenas una hora después de haber sido detectado el reventón, en torno a la una y media del mediodía, el servicio estaba normalizado de nuevo, explicaron fuentes de Endesa.

Los responsables del hotel Goya se vieron obligados a desalojar la decena de habitaciones que a esa hora continuaban ocupadas por clientes, ya fuera por no haberlas abandonado todavía o porque fueran a seguir alojados en el establecimiento.

El desalojo, que se prolongó por espacio de media hora, fue llevado a cabo en apenas tres minutos y se mantuvo por espacio de una media hora.

Responsables del hotel explicaron que la evacuación, de cuyo operativo efectúan simulacros con frecuencia --se incluyen en la formación sobre prevención de riesgos laborales--, se realizó de forma ordenada, por lo que destacaron tanto "la buena disposición de los clientes alojados" como la colaboración prestada tanto por los Bomberos como por la Policía Local.