Las fuertes lluvias y las previsiones meteorológicas han obligado en los dos últimos días a trasladar, por precaución y sin que se registrasen daños personales, tres campamentos en la provincia de Huesca. Se trata de unas evacuaciones que afectaron en total a casi 300 acampados en las zonas de Panticosa, en Orós Alto y en Torla. La más reciente tuvo lugar ayer por la mañana, cuando veinte adolescentes y cuatro monitores fueron rescatados en el ibón de Bachimaña, en Panticosa. Habían salido de travesía, a pesar de que las condiciones atmosféricas no eran las más idóneas.

Empapados por la tormenta, fueron evacuados hasta Pueyo de Jaca en varios viajes. Protección Civil del Alto Gállego los trasladóhasta el polideportivo municipal de Biescas, tras proporcionarles mantas y ropas de abrigo. Son integrantes de un campamento de scouts formado por 125 personas, entre niños y monitores, procedentes de Zaragoza y Canarias e instalados en Piedrafita de Jaca.

A pesar de que la alerta sobre la zona por fuertes tormentas se mantenía hasta las doce de la noche de ayer, la meteorología mejoró durante la tarde. Por eso se decidió reunir a los desalojados junto al resto de acampados de Piedrafita y reubicarlos en una nave municipal de la zona, a tan solo cuatro kilómetros del punto en el que se alojaban desde un principio.

ORÓS Y TORLA A las 22.30 horas de la noche del miércoles, el campamento situado en Orós Alto avisó de que una fuerte tormenta estaba mojando las ropas, las tiendas de campaña y todo el material del que disponían. La Guardia Civil, como medida preventiva, los trasladó al polideportivo de Biescas. Los 65 integrantes valencianos "no estaban asustados", según Óscar Aguarta, jefe de Protección Civil del Alto Gállego. Después de pasar dos noches bajo techo seguro, está previsto que regresen a Orós hoy, en cuanto el Pirineo oscense retome la calma.

El presidente de la comarca del Alto Gállego, Mariano Fañanás, recordó que "cuando se están dando tantas tormentas, hay que tener mucho cuidado al salir al monte". Para todos los que han permanecido en el polideportivo de Biescas el día transcurrió con normalidad, pues "los niños se lo pasan bien en cualquier lado".

En San Nicolás de Bujaruelo, en Torla, se desalojaron, en la madrugada del miércoles al jueves, 90 personas procedentes de Cataluña, Madrid, País Vasco y Zaragoza. Las dos noches las han pasado en el polideportivo de la localidad de Broto, donde estuvieron "jugando sin parar" durante todo el día de ayer, según informó José Luis Gómez, coordinador de las instalaciones de acampada de Bujaruelo. Al igual que los de Orós Alto, también esperan poder regresar a lo largo del día de hoy.