Aprobar las oposiciones para ejercer como profesor de uno de los conservatorios profesionales dependientes de la DGA se ha convertido casi en misión imposible. Así se desprende del resultado obtenido en el proceso recientemente finalizado y que se ha saldado con solo 13 aspirantes que mantienen opciones de lograr uno de los 23 puestos como docente, a pesar de que se presentaron 356 personas.

El balance, pues, sorprende. En ninguna de las cuatro especialidades musicales se ha cubierto el cupo de plazas disponibles. Así, en Fundamentos de Composición, que repartía 5 plazas entre 36 aspirantes, solo dos de ellos han logrado la nota mínima en la primera prueba y, por consiguiente, siguen optando a conseguir el puesto en función de la valoración que obtengan en el concurso de méritos. En Lenguaje Musical, por su parte, 77 opositores perseguían los 5 puestos ofrecidos, pero tres de ellos se quedarán sin adjudicar.

Asimismo, tampoco se cubrirán las vacantes de docentes de violín y piano. Para impartir clase del primer instrumento se ofrecían 4 plazas, a las que optaban 104 personas, pero una de ellas se quedará vacante. En piano, por su parte, se produjo la convocatoria más numerosa, ya que hasta 139 titulados se presentaron a una prueba que ofrecía nueve puestos. Solo seis de ellos siguen con posibilidades tras haber aprobado la oposición. "No es normal, aunque tampoco es nuevo. Ponen el listón muy alto y el nivel de exigencia para acceder a estas enseñanzas es impresionante", señaló uno de los opositores que no ha logrado su objetivo.

GRAN EXIGENCIA Desde los sindicatos se comparte la extrañeza por un balance que "supondría un escándalo en cualquier nivel de enseñanza de un centro educativo" y se apela a la "gran exigencia" rechazando que los estudiantes "no den la talla". De hecho, las especialidades musicales son las únicas que ya han dejado vacantes algunos de los puestos que ofertaban. El resto, a excepción de Mecanizado y Mantenimiento de máquinas, en la que solo dos de los 143 alumnos han obtenido la nota mínima para acceder a una de las 8 plazas disponibles, han cubierto el cupo.

El proceso, que ha congregado a casi 8.500 estudiantes para un total de 445 plazas como profesores de Secundaria, Formación Profesional o Enseñanzas Musicales, se ha caracterizado por la controversia y el malestar de numerosos opositores con la actuación de varios tribunales encargados de evaluar las pruebas. Se les acusa de una excesiva rigurosidad en la corrección de aspectos formales que, en algunos casos, ha llegado a dejar fuera de la oposición a algún aspirante que utilizó un tamaño de letra equivocado en la portada o utilizó una separación incorrecta entre dos párrafos. De hecho, CCOO ya ha trasladado esas quejas a Educación y solicitar una normativa común que contribuya a una correcta reglamentación.