La crisis se esgrime desde diferentes sectores de la comunidad educativa como la principal causa del descenso en el número de docentes aragoneses que optan por tomarse un año sabático. La posibilidad está vigente desde que fue acordada en Mesa Sectorial de Educación en el año 2006 y permite a los profesores no universitarios disfrutar de un curso escolar sin prestación de servicios con retribución parcial.

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La puesta en marcha de este sistema comenzó con éxito, pero la gran demanda existente en años anteriores ha ido decreciendo conforme aumentaba la dimensión de la crisis. De hecho, este año, el número de solicitudes presentadas al departamento ha sido menor que nunca.

Únicamente 19 docentes --21 entregaron instancia y 2 fueron rechazadas-- se acogerán a esa opción en esta convocatoria, mientras que, hace cuatro años, cuando se instauró la medida, se llegaron a completar las 100 plazas ofertadas por la Administración. La cifra descendió ligeramente al curso siguiente, pero ha sido en los dos últimos años cuando la reducción ha sido más significativa. De hecho, el Departamento de Educación ya ha optado este año por rebajar la cifra de plazas ofertadas, que ha pasado del centenar inicial a las 80 que la DGA estaba dispuesta a repartir en esta ocasión, pero la lista definitiva de docentes interesados no ha llegado a 20. "Al fin y al cabo, acogerse a esta medida supone cobrar menos durante cinco años y, tal y como están las cosas, con la reducción a los docentes del plan de ajuste incluida, los profesores se lo piensan mucho antes de elegir esta opción", advertían ayer desde varios sindicatos de enseñanza.

Actualmente, alrededor de 300 docentes aragoneses han optado por ejercer el derecho a tomarse un año sabático desde que comenzó la iniciativa. La medida recoge el derecho a trabajar cuatro años en regimen de jornada completa y librar el quinto, cobrando durante los cinco años el 84% de las retribuciones correspondientes.

REQUISITOS Los requisitos para poder acogerse al disfrute de un curso parcialmente retribuido sin prestación de servicios han de ser funcionarios de carrera de los cuerpos docentes no universitarios con al menos 15 años de servicio activo, no estar incurso en la tramitación o cumplimiento de sanción por falta grave o muy grave y no estar a menos de 5 años de acogerse a la jubilación anticipada en fecha de 31 de agosto del curso anterior al que se solicita el derecho. Entre 3.000 y 4.000 trabajadores de la enseñanza se encuentran actualmente en disposición de acogerse a una posibilidad por la que ha optado hasta ahora un porcentaje que oscila entre el 5% y el 10%.

Asimismo, el derecho es compatible con las reducciones de jornada y la excedencia siempre que esta no exceda los tres años de duración.

La Administración, que se hace cargo de una pequeña parte del salario que el docente deja de percibir durante el periodo establecido y que le reserva la plaza, cubre la vacante durante el año sabático con un interino, con lo que "el departamento no tiene que afrontar coste alguno por esa medida", apuntaron fuentes sindicales.