El conductor de una motocicleta falleció en una colisión con un turismo registrada a las doce y media del mediodía en el kilómetro 394,2 de la N-260, en el término ribagorzano de Seira.

El siniestro se produjo en uno de los tramos oscenses del eje subpirenaico cuya renovación, como la de buena parte de la ruta, acumula años de retraso.

Las últimas previsiones transmitidas por el ministerio de Fomento a los alcaldes de la zona indican que los trabajos del tramo entre Campo y Seira no serán licitados en esta legislatura, ya que, como pronto, saldrían a concurso en el 2012. Y, siempre, en función de las disponibilidades presupuestarias.

Estas obras transformarían esos diez kilómetros de la actual carretera, que los fines de semana soporta un intenso tráfico --especialmente en invierno por los desplazamientos a la estación de esquí de Cerler--, para dotarla de una calzada de nueve metros: tres y medio para cada carril y uno para cada arcén. Hoy están presupuestadas en unos 65 millones de euros y su ejecución, al tratarse de una zona de montaña, se prolongaría por espacio de cuatro años.

Sí están en marcha las obras entre Castejón de Sos y el congosto de Ventamillo.

Fomento ha renunciado a impulsar la mejora de la carretera a su paso por el estrecho de la cabecera del río Ésera. Sus responsables se muestran convencidos de que Medio Ambiente no autorizaría una actuación de esa envergadura en una zona de elevado valor ecológico.