Tiene 176 años y más de cien monumentos catalogados de interés arquitectónico y escultórico. El cementerio de Torrero no solo esconde la historia de los ciudadanos que yacen bajo la tierra, sino también la de los artistas que le dieron forma a los monumentos funerarios. Mudéjar, egipcio o románico son algunos de los estilos que se pueden apreciar entre las producciones locales y foráneas. Con motivo de la celebración del día de Todos Los Santos, desde mañana y hasta el 1 de noviembre el Ayuntamiento de Zaragoza ha puesto en marcha una serie de visitas guiadas con la colaboración del Voluntariado de la ciudad, aunque también podrán realizarse de forma individual con las leyendas que se han colocado junto a los lugares de interés. Un espacio para el arte en el que el visitante podrá apoyarse en un folleto y un tríptico que podrá obtener en las oficinas del cementerio y en el complejo funerario.

Al recorrido denominado El cementerio, un lugar de Memoria se suma ahora la Ruta de arte Funerario, documentada por la historiadora y responsable de la sección de Patrimonio Histórico de Urbanismo, Isabel Oliván, y que comprende 25 paradas artísticas --más una introductoria--. Además, está prevista una tercera sobre los personajes ilustres que descansan en el recinto, aunque todavía está en proceso de elaboración.

Otro punto de vista

Según el consejero de Urbanismo, Infraestructuras, Equipamientos y Vivienda de la corporación municipal, Carlos Pérez Anadón, el objetivo es que el camposanto se pueda visitar y ver "de otro modo y con otros ojos", dándole "un sentido mucho más global que el que tenía". La mayor parte de la producción artística se sitúa en la zona antigua a lo largo de las dos vías que articulan el espacio, el Andador de Costa y el Andador de la Fosa Común.

El recorrido comienza con una introducción al cementerio de Torrero y acto seguido se visita la capilla exterior, proyectada por el arquitecto municipal José de Yarza Echenique en 1914. Conforme se avanza entre los andadores y manzanas, se suceden las obras arquitectónicas de Ricardo Magdalena y Miguel Ángel Navarro Pérez, así como las escultóricas del zaragozano Dionisio Lasuén o el artista catalán Enrique Clarasó y Daudí.

"La ruta pretende ser una invitación a todos los ciudadanos y a los que nos visitan para que conozcan el elenco de obras de arte que ha reunido el cementerio", explica la historiadora Oliván. Abundan las obras de los panteones que pertenecen a familias zaragozanas. Destaca, por ejemplo, el de la familia Villarroya. A mitad del trayecto se encuentra el Mausoleo de Joaquín Costa, financiado por suscripción popular. Tras la muerte de uno de los referentes del Regeneracionismo español, en 1911, el pueblo zaragozano impidió que su cuerpo se trasladase a Madrid. El camino rodea también el monumento a la Fosa Común y finaliza en el panteón de los Condes de Fuentes.