Aunque ayer fue un día, si no de alegría, sí de tranquilidad para las familias de las víctimas de las personas asesinadas, no todo fue perfecto. Los descendientes agradecieron el reconocimiento, pero no faltaron los que tuvieron que dar parte de errores en la escritura de los nombres. Un "Garín", por ejemplo, fue sustituido por un "García", lo que obligó a la hija del fallecido a dar más de una vuelta para encontrar a su padre. Los familiares, en general, valoraron la unidad de los políticos a la hora aprobar la iniciativa, aunque algunos lamentaron la excesiva presencia socialista en el acto institucional --con los líderes de la ciudad, la provincia y la comunidad--, acusaron a los populares de haber dado su apoyo "al sentirse presionados" o reclamaron el reconocimiento al papel de la República.