Más vale pájaro en mano que ciento volando. Esto es lo que debió pensar el PSOE a la hora de replantearse la subida de impuestos a las grandes empresas de la ciudad, ya que ayer renunció en el pleno del Ayuntamiento de Zaragoza al pulso con CHA y aceptó rebajar al 10% la subida del IBI a los inmuebles dedicados a usos industriales, con tal de sacar adelante todas las ordenanzas fiscales. Una decisión que le suponía perder 500.000 euros en ingresos, romper su acuerdo inicial con IU y no poner en peligro los 2,86 millones de euros que le iba a reportar su pretensión inicial en favor de lograr una mayoría necesaria para su aprobación. Los nacionalistas habían amenazado con votar en contra de una subida del 20% a todos los inmuebles no residenciales con valor catastral superior a un millón de euros y si al principio los socialistas lo veían como un farol, ayer evidenciaron que les creían capaces de tumbar la medida. O al menos prefirieron no comprobarlo.

El PSOE perdió claramente el pulso porque no lo disputó. Aunque ayer el vicealcalde de Zaragoza, Fernando Gimeno, se encargara de resaltar el acuerdo mayoritario alcanzado (con PAR, CHA e IU) para aprobar las tasas e impuestos que afectan al ciudadano de a pie, aplicando una subida del 1,9% marcado por el IPC de agosto (en el 99,8% de las ordenanzas). Es cierto, salvó ese escollo y se garantiza 10,5 millones de euros más para el 2011.

POR LA MAYORÍA Pero también es cierto que renunció al acuerdo con IU en favor de conseguir un apoyo más amplio con CHA. Aunque no estuviera convencido de este paso atrás, el PSOE nunca sabrá que habrían hecho los nacionalistas en esa tesitura. Cambio de socio sin estar de acuerdo con la concesión dada a CHA, cuyo portavoz, Juan Martín, defendió que "la progresividad también es bueno aplicarla a las empresas en todos los ámbitos y la subida del 10% se acomoda más a su realidad fiscal", al tiempo que sostuvo que "no se puede tratar igual a los grandes bancos o cadenas comerciales que a las industrias, que soportan el mayor número de empleos".

Un argumento en el que Gimeno no cree y no dudó en poner de manifiesto que su postrero acuerdo con CHA "se puede aprobar en pro de conseguir esa mayoría", pero en lo referente a los puestos de trabajo "no es cierto que el sector industrial cree más empleo, porque hay más en el sector comercial y de servicios". Aún así, no pudo evitar ceder a la presión.

Una decisión que, como le recordó IU, suponía quebrantar su pacto previo. "Han roto un acuerdo que teníamos y no sé si (CHA) iba de farol, pero tampoco sé si alguien se hubiera atrevido a votar para tirar por tierra cinco millones de euros en ingresos. No han querido jugar esa partida", le recriminó al PSOE el concejal de IU, José Manuel Alonso, quien cifró en "600 u 800 euros anuales" el ahorro que le supondrá a las industrias pagar el 10% de recargo y no el 20%. Así, su acuerdo con el PSOE se transformó en voto en contra de la enmienda, la sorpresa del día.

Mientras, el portavoz de CHA tildó de "demagogia y orgía del simplismo" la actitud de quienes se oponen a su idea, "tanto a los que dicen que se debe subir un 0% (el PP) como a los que defienden que debe pagar más el que más tiene (IU)". "No entremos en una bacanal del simplismo", dijo.

En el lado opuesto se mantuvieron, sin sorpresas, el PAR, cuyo único afán ayer era despejar cualquier duda sobre una posible crisis de su coalición con el PSOE, y el PP, que insistió en la congelación de impuestos y exigió al alcalde que "haga un esfuerzo en reducir los gastos y no se lo reclame a los zaragozanos".