La Brigada de Blanqueo sospecha que Aranade, la empresa que gestionó el urbanismo en La Muela en los años del boom del ladrillo, entregó diez millones de pesetas en negro al exesposo de la alcaldesa, Juan Antonio Embarba, para que adquiriera a dos vecinos, en noviembre del 2001, seis olivares que fueron escriturados en 18.030 euros. La Policía considera que "es muy probable que fuera ficticio" el precio que figura en los documentos.