JOAQUÍN CARBONELL

--Sorprende que debute con una novela tan compleja.

--Me lo han dicho... De alguna forma es una novela con fondo histórico. Y te aseguro que no tiene fallos...

--Seguro que hay una razón para afrontar este tema tan arduo.

--Por un viaje de un mes a Polonia. De la novela solo sabía que tenía que tratar sobre una pareja de chicos. Al ver aquello me rondaron dos ideas: Muro de Berlín o gueto de Varsovia.

--¿De dónde procede ese interés por los asuntos judíos?

--Procede de mi abuelo: cuando era muy pequeñita mi abuelo me hablaba de esos temas. Y a los 18 años viajé con él a Israel. Tanto que llevo tres años dando clase de hebreo y cultura judía.

--De paso asume un tema delicado...

--¿Políticamente incorrecto? El tema judío, porque el del amor entre estos dos chicos ya no es incorrecto en algunas partes... Los judíos que viven en España son bastante liberales.

--¿Cómo vendería su novela en cuatro líneas?

--Yo cuando la vendo siempre digo: "¡Llévatela que te va a gustar!" Creo absolutamente en la novela y hace sentir. Lo que se cuenta es muy emotivo y está bien contado.

--Se detecta que la ha trabajado mucho.

--Para que sea fácil de leer, que es lo que sucede, se necesita un trabajo exhaustivo detrás, que lo tiene. No me corto de alabarla, porque creo mucho en ella.

--Se le nota tal entusiasmo que se ve una conversión.

--Sí, sin duda. Nada es casualidad. Quizás lo he llevado siempre y ahora ha salido

--No sé si es usted escritora o propagandista.

--Del tema judío no escribiré siempre, de hecho lo estoy haciendo, pero creo que siempre aparecerá un amor homosexual...

--No me diga...

--Porque me da mucha rabia que se olvide siempre. Me da mucha rabia que la sociedad considere que la pareja siempre es chico-chica. Y eso no es cierto. Yo no puedo evitar hacer siempre novelas muy corales, y en ese coro entran todas las formas de relación.

--¿Le importa lo que piense el lector sobre usted?

--Me importa lo que piense sobre lo que escribo... ¿A quién le importa lo que yo haga?

--A mí no.

--Ja, ja.

--Calculo que tendrá el cajón lleno de proyectos.

--Llevaba tres años intentado publicar. Y pasé el bajón de pensar que no escribía hasta editar. Tengo dos empezadas y en septiembre me quiero poner con un horario. Hombre, te da seguridad el ver que lo que haces tiene repercusión.