Varios miles de jóvenes se han despedido hoy de Zaragoza con el mensaje de que vivan con emoción y sentimiento la Jornada Mundial de la Juventud que se inicia esta semana en Madrid con la presencia del Papa.

A los casi cuatro mil jóvenes de 35 nacionalidades que llegaron a la capital aragonesa el pasado día 11 para participar en los "Días previos" se han sumado otros cientos que han llegado a título individual o sus familias aragonesas para participar en la Eucaristía que ha celebrado el arzobispo de Zaragoza, Manuel Ureña, en la plaza del Pilar.

Una celebración en seis lenguas: español, inglés, francés, alemán, polaco, ruso e italiano, y que ha contado con la participación del cardenal arzobispo de Burdeos, Jean-Pierre Ricard.

La plaza del Pilar ha sido el principal escenario de las celebraciones previas a la Jornada Mundial de la Juventud, donde se han reunido miles de jóvenes para participar en actos como el Rosario Internacional y Vigilia del pasado sábado o la feria solidaria "compartiendo" y el concierto que tuvieron lugar ayer.

Fuentes de la organización de los "Días previos" han destacado a Efe el agradecimiento con el que los jóvenes que han viajado hasta Zaragoza, entre ellos una familia estadounidense y otra italiana, se despiden de esta ciudad y de quienes los han acogido.

Los 3.825 peregrinos se han alojado en parroquias, colegios, comunidades religiosas y otros 350 se han repartido en 115 familias, con quienes, según la organización, los jóvenes han estado "encantadísimos" al igual que quienes los han acogido, que están especialmente contentos por la experiencia.

Durante estos días los peregrinos han aprovechado para visitar la ciudad, el Palacio de la Aljafería, los museos, la basílica del Pilar o la catedral de La Seo sin que se haya producido ningún incidente.

En su homilía de hoy, el arzobispo de Zaragoza ha animado a los asistentes a la Eucaristía a ser "firmes en la fe" y les ha recordado que "allí en donde esté nuestro tesoro estará nuestro corazón". Ureña ha invitado a los jóvenes a disfrutar de la experiencia de esta jornada desde la fe, con emoción y sentimiento.

Tras la Eucaristía los jóvenes han iniciado su viaje hacia Madrid, unos en transporte regular, otros en AVE así como en los 55 autobuses que ha dispuesto la organización y que han abandonado la ciudad a lo largo de toda la mañana.