La actividad del transporte de viajeros y mercancías de Renfe en 2010 supuso un ahorro para la sociedad aragonesa de 319,5 millones de euros, si se evalúa en términos económicos el impacto sobre el cambio climático, la contaminación y la tasa de accidentes que habría tenido realizar este transporte por otros medios, como el avión, el camión o el automóvil.

Según los datos del estudio de ahorro de costes externos generados por Renfe en 2010, el impacto económico por costes externos del núcleo de Cercanías de Zaragoza y los servicios de Media Distancia en Aragón se traduce en un ahorro de 100 millones de euros por congestión urbana, informan fuentes de la compañía en una nota de prensa.

A este importe se suman otros 118,4 millones por accidentes, 46,3 millones por cambio climático, 35,9 millones por contaminación atmosférica y 19,3 millones por otros efectos urbanos y sobre el paisaje.

De no haber circulado los trenes de Renfe en 2010, en España se habrían producido 299 millones circulaciones de automóviles, 472.000 circulaciones de camiones y 82.300 vuelos más de los que se registraron el pasado año.