El yacimiento arqueológico de Bílbilis, en Calatayud, mostrará este sábado, en una jornada de puertas abiertas, los hallazgos realizados en la campaña de excavaciones de este verano.

Las excavaciones, dirigidas por los investigadores de la Universidad de Zaragoza Manuel Martín Bueno y Carlos Sáenz Preciado, se han centrado este verano en la cloaca, la Casa del Ninfeo y la necrópolis medieval y han podido ser seguidas paso a paso vía internet mediante el Diario de Excavación en facebook.

Entre los hallazgos más sobresalientes destaca un fragmento de inscripción que posiblemente pertenezca al templo (sacellum) del teatro de Bílbilis, dedicado al culto imperial, ha informado hoy la Universidad de Zaragoza.

En el bloque de mármol figuran las letras DEC, una alusión a la corporación municipal de la época, los decuriones, que habrían sido, quienes impulsaron la creación del templo ubicado en el teatro. Asimismo, se ha localizado un nuevo enterramiento secundario infantil en la Casa del Ninfeo, el tercero, vinculado a la ocupación tardía de la ciudad (siglos III-IV).

También se han descubierto varios fragmentos escultóricos y de un horno de cal, que confirman su reutilización, por parte de los propios habitantes de la ciudad, de los elementos decorativos creados en la fase de monumentalización y esplendor de Bílbilis.

En el entorno del horno de cal, se han localizado placas de mármol de origen tunecino, placas marmóreas de un sectile (pavimento de mármol) y un fragmento de capitel corintio de mármol, una novedad en Bilbilis.

Por otra parte, se ha avanzado en la restauración de un torso de un emperador en mármol (posiblemente Augusto o Tiberio) hallado en campañas anteriores, que conserva restos de policromía original y que próximamente se incorporará al Museo de Calatayud.

Este verano se han terminado las tareas de excavación en la necrópolis medieval, en las que se han recuperado fragmentos de cerámica vidriada medieval de clara adscripción musulmana.

En una tumba se ha descubierto un pequeño collar de cuentas de azabache (cuadradas, redondas y troncocónicas), el único ajuar que se ha localizado en las tumbas excavadas a lo largo de las distintas campañas llevadas a cabo en la necrópolis medieval.

Entre los hallazgos numismáticos, destaca la aparición de un as de Claudio I que pertenece a las series denominadas de imitación, que se acuñaron en varias cecas del valle del Ebro de manera más o menos consentida para evitar el desabastecimiento, especialmente de moneda de bronce "la calderilla de la época".