El Gobierno de Aragón modificará la Ley de Urbanismo de Aragón (LUA) para simplificar la normativa, sustituirá el Plan Red de Carreteras por uno "más viable" de conservación y mantenimiento, implantará un modelo de transporte "a demanda" y subirá el tono de las reivindicaciones ante Fomento para la ejecución de las infraestructuras pendientes.

Estas son algunas de las principales líneas de actuación del nuevo ejecutivo en materia de Obras Públicas, Urbanismo, Transportes y Vivienda, según ha explicado en las Cortes de Aragón el consejero del Departamento, Rafael Fernández de Alarcón, dentro de la ronda de comparecencias del gabinete de la popular Luisa Fernanda Rudi para explicar los ejes de su gestión esta legislatura.

Fernández de Alarcón ha añadido que se revisará el Plan General de Carreteras 2004-2013 para mejorar la accesibilidad de todas las comarcas aragonesas y se renegociará el convenio con Renfe para el mantenimiento de los servicios regionales para incorporar al mismo al Adif y garantizar así la conservación de las infraestructuras ferroviarias.

Asimismo se impulsará un "cluster" de empresas, administraciones, organizaciones y entidades interesadas en el transporte ferroviario de mercancías entre España y el resto de Europa.

El consejero ha reconocido que, en un momento de extrema dificultad económica, hay que aceptar que los deseos son "superiores a las prioridades" y que hay que potenciar lo prioritario y su principal objetivo es implantar servicios de calidad para los ciudadanos con la premisa de que las infraestructuras, el transporte y la vivienda favorezcan el desarrollo económico y la creación de empleo.

El Departamento pretende modificar la LUA, aunque su ultima revisión sea "demasiado reciente", para que el urbanismo sea "un medio para mejorar la calidad de vida" más que un modo de financiación de algunas instituciones públicas a través de la venta de suelo, así como para permitir una gestión más ágil con menos trámites y clarificar las competencias de cada uno de los actores con responsabilidad en el urbanismo.

El Plan Red es "imposible" para Fernández de Alarcón, quien ha señalado que constituye una "respuesta tardía" a la inactividad en materia de conservación de carreteras durante años. Por eso, el Gobierno trabaja para sustituirlo por un plan viable y responsable de conservación, que aporte el doble de recursos de los invertidos hasta ahora y que no comprometa el trabajo de los nueve próximos gobiernos de Aragón.

Respecto a las relaciones con el Ministerio de Fomento, el consejero se reunirá el viernes, día 2 de septiembre, con el secretario de Estado de Infraestructuras, Víctor Morlán, para pedirle, entre otras cosas, que agilice la construcción de la A-68, el desdoblamiento de la N-232 y la N-II, la finalización del tramo aragonés del Eje Pirenaico y de la autovía Pamplona-Huesca-Lérida, y la construcción de la autovía Teruel-Cuenca.

Por otro lado, ha destacado que el Gobierno de Aragón considera la Travesía Central del Pirineo un proyecto "viable y necesario" y complementario y no alternativo al Corredor Mediterráneo, porque éste último se verá "colapsado" para el transporte de viajeros, mientras que la TCP es un proyecto para el transporte de mercancías, motivo por el que es necesario recabar la colaboración del resto de comunidades españolas y de la Unión Europea.

En cuanto a los servicios de transportes, ha avanzado que se introducirán mejoras en el traslado de viajeros en el mundo rural, mediante la progresiva implantación de sistemas y contratos adaptados a la demanda, para mantener servicios con suficientes niveles de ocupación y frecuencia.

La intención es hacer una gestión a demanda y elaborar un plan estructural en el que se clarifique qué medio de locomoción es el más adecuado para cada necesidad y área.

Entre las prioridades de Fernández de Alarcón, también está llevar las cercanías hasta la Plataforma Logística de Zaragoza y mantener los vuelos con ciudades europeas, porque son "económicamente rentables" para el desarrollo de Aragón y España.

Sin embargo, se ha mostrado partidario de encontrar "actividades complementarias o alternativas" al transporte de viajeros en el Aeropuerto de Huesca, porque sólo con esa actividad es insostenible.

El portavoz socialista, José Ramón Ibáñez, ha mostrado su preocupación por la posibilidad de que el gobierno deje de apoyar las líneas de transporte por carretera, porque en muchos casos no hay demanda suficiente y éste es el único medio de transporte para los ciudadanos.

Además, ha rechazado la modificación de la LUA y ha criticado la intención de eliminar el Plan Red y que el nuevo Gobierno esté en contra de la colaboración público-privada en un asunto tan importante, y ha advertido de que "todo cuesta dinero" y que es muy difícil "hacer más con menos".

Gregorio Briz (CHA) y Luis Ángel Romero (IU) han mostrado su preocupación por el nuevo Urbanismo que pretende imponer el PP. Han alabado la declaración positiva de intenciones del consejero, pero Briz le ha recordado que sus propuestas no cuadran con la políticas de Hacienda y Presupuestarias que el PP anuncia.

Manuel Blasco (PAR) ha dicho que ve "con preocupación" la opinión del PP sobre el Plan Red y aunque ha asegurado que está pensado para beneficiar a un gran número de aragoneses, es posible dialogar sobre él, que es un "elemento estratégico" para la comunidad