son los que han ardido este año en Zaragoza, mayoritariamente a manos de los pirómanos. Considerando el coste estimado de 700 euros por cada uno de estos contenedores, este tipo de vandalismo ha supuesto unos 75.600 euros de gasto para las arcas del consistorio. Eso sin contar los daños a otras propiedades afectadas, como el coche en el caso de ayer, que a no ser que se detenga al pirómano (o incluso así) es difícil que se compense.