Un nuevo incendio de contenedores en la madrugada de ayer provocó no solo los consabidos daños materiales, sino la intoxicación por inhalación de humo de una mujer, que tuvo que ser ingresada en el Miguel Servet de Zaragoza.

Relacionadas

Según explicaron fuentes de Bomberos, los hechos tuvieron lugar en el barrio de Torrero a las 2.20 de la madrugada de ayer, minutos después de que otro contenedor ardiera en la avenida América, probablemente a manos del mismo responsable. En esa ocasión los propios agentes de la Policía Local que vieron las llamas pudieron sofocarlas con el extintor del coche patrulla, pero el fuego de la calle Orense alcanzó unas dimensiones que obligaron a llamar a los Bomberos.

Estos se encontraron con dos depósitos de residuos ardiendo con gran virulencia. Tanto fue así que las llamas no solo acabaron con los contenedores, sino que afectaron también a un coche aparcado junto a ellos, y también causaron daños importantes, como el reventón de todos los cristales, en un local contiguo.

Además, el fuego derritió el tendido eléctrico y telefónico de la fachada, que también resultó afectada, obligando a cortar el suministro de ambos servicios durante algunas horas. En cualquier caso, el peor efecto lo provocó la humareda que se coló por la escalera de la vivienda --número 31-33--, que provocó que una vecina tuviera que ser atendida.

En principio le atendió la ambulancia del 061, pero tras los primeros auxilios se decidió ingresarla en el Miguel Servet a causa de la intoxicación por inhalación de humo. En esta ocasión no se pudo localizar al autor o autores del incendio de estos depósitos de residuos, pero la Policía continúa con las investigaciones para poder detener a los responsables.

COLABORACIÓN Fuentes del Cuerpo Nacional de Policía insistían ayer en que la colaboración ciudadana es básica para la captura de estos pirómanos. El cuerpo mantiene un dispositivo especial de colaboración con la Policía Local, con patrullas dedicadas en exclusiva a la vigilancia y detección de estos actos de vandalismo en las zonas especialmente problemáticas.

Sin embargo, dada la superficie a cubrir, sigue siendo básica la cooperación ciudadana. "Si se ve a alguien en actitud sospechosa junto a un contenedor y se llama rápidamente a la Policía, hay muchas posibilidades de sorprender al pirómano y detenerle con el material inflamable y el mechero en su poder, lo que ayuda en la acusación", explicaban fuentes policiales.

Los perfiles de estos pirómanos son de lo más variado, desde gamberros hasta borrachos, pasando por enfermos mentales afectados de piromanía.