Lechago quiere conservar la antigua casa del médico, de principios del siglo XX, con todo su tipismo local. Por eso la Asociación de Amigos del pueblo se ha levantado como un solo hombre cuando ha llegado a sus oídos que los arquitectos de la Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE) pretenden demolerla para hacer una nueva. Para el organismo de cuenca, que realiza las restituciones tras la construcción del embalse de Lechago, el edificio está tan deteriorado que es más seguro y más barato derribarlo.

Los lechaguinos planean convertir la construcción en un albergue o una casa de turismo rural y no están dispuestos a renunciar a ese vestigio de su pasado. "Además, lo que en su día se pactó con la CHE fue conservar la casa, no hacer una nueva", señaló ayer Pedro Roche, presidente de la Asociación de Amigos de Lechago.

En su opinión, es exagerado afirmar que la casa se halla en ruinas. "No está para caerse, sus paredes son robustas y las vigas y la techumbre se encuentran en buen estado", subrayó Roche.

El problema se puso en conocimiento del Ayuntamiento de Calamocha, al que pertenece la pedanía de Lechago. Y su secretario emitió recientemente un informe en el que se viene a dar la razón a los vecinos. El miembro del consistorio, en efecto, reconoce que la casa del médico puede encajar en la figura legal de protección denominada bien catalogado, "dadas sus características singulares".

Roche considera que la rehabilitación es lo más adecuado para el edificio. "Permitirá compaginar su estilo y aspecto originales con los elementos de confort que requieren los albergues y las casas de turismo rural", dijo. Con todo, si la CHE no está de acuerdo, los vecinos no descartan movilizarse por su patrimonio.