Los Bomberos de Zaragoza se están sacando en los últimos tiempos un máster intensivo en zoología. Aparte de la extinción de incendios o el rescate de heridos en accidentes, los agentes están teniendo que afrontar rescates de mascotas y animales de lo más curioso.

El último ejemplo tuvo lugar ayer, sobre las once de la mañana, cuando recibieron un aviso de que una cabra se había quedado atrapada en un foso. Los Bomberos se desplazaron a la zona, que resultó ser una finca abandonada en el camino de La Almozara, más allá del Parque Deportivo Ebro. Al parecer, el animal se extravió del rebaño de un pastor de Monzalbarba cuando pastaba, y fue a parar a la citada finca. Allí cayó en una piscina abandonada, y sus balidos alertaron a algunos vecinos que avisaron a los cuerpos de rescate.

"Solo nos falta rescatar un elefante y una pulga para completar el arca", explicaba, jocoso, uno de ellos. Al parecer, no solo es cierto el tópico de que rescatan gatitos subidos a los árboles. "Hemos bajado gatos, panales de abejas y canarios, pero también culebras. Hace unos pocos años tuvimos que rescatar a un buitre en el paseo de la Independencia, y recientemente tuvimos que socorrer a un halcón, de grandes dimensiones", detallaba el bombero zaragozano.

Este particular zoológico esconde una tendencia que otros colectivos también apuntan, como es el llamar a los Bomberos para todo. Fuentes del cuerpo señalan que a menudo tienen que sacar a personas atrapadas en ascensores porque la compañía no atiende la llamada en ese momento. O incluso llevar a casa a un minusválido porque los autobuses pasan con la rampa estropeada. A pesar de tener que actuar como coche escoba de otros servicios, las mismas fuentes aseguran que lo hacen encantados. "Imagine cómo hablará el hombre de la silla de ruedas de nosotros toda su vida", exponen.