JOAQUÍN CARBONELL

--Nos ha visitado tantas veces que nos preguntamos si veremos lo de siempre-.

--¡No, esta vez hay novedades! Tengo seis temas nuevos y voy alternando con los antiguos.

--Junto a nuestro Pepín Banzo y Juako Malavirgen, es el único que trabaja en España.

--Ja, ja, es cierto. Yo solo estoy acabando con la crisis-

--¿Crisis de reír?

--No, de componer. Siempre he tenido mucho trabajo porque ofrezco un formato muy económico y rentable. Nunca he dependido de las instituciones, con lo que me he organizado un circuito que siempre me ha respondido.

--No le vemos en las teles-.

--No me ven ni a mí ni a nadie. La televisión ha cambiado el concepto de música en vivo. Los canales ofrecen música solo en formato de concurso, no por el puro placer de escuchar. Si las canciones duraran solo 15 segundos es posible que tuviese más aceptación, pero así.

--Qué extraño país donde no podemos conocer la obra de artistas de la talla de Serrat o Sabina.

--Bueno, no creas; hay una fórmula: que alguien les imite. Es más fácil escuchar una canción de Sabina por un imitador que por el original.

--El último campeonato de basket no promocionó ninguna canción suya.

--Ja, ja, fue muy emocionante escuchar lo de las tetas de mi novia cantada por todos los chicos del baloncesto. Lo más curioso es que era una canción muy poco apropiada, porque no tiene estribillo.

--¿Quién la conoció y la divulgó en el equipo?

--La conoció el fisioterapeuta del Unicaja de Málaga, que la ponía cuando daba masajes. Y como en el Unicaja había unos cuantos internacionales, la llevaron a la selección y la hicieron suya. Fue algo espontáneo que no volverá a pasar, porque yo no sé componer canciones de encargo ni me lo van a proponer.

--¿Cómo se ve en diez años, por ejemplo?

--Me veo haciendo lo que hago. Soy muy feliz con este trabajo que me permite viajar y conocer a tanta gente. Además en cada ciudad ya tengo mi público, gente que cuando viene a verme sabe lo que se va a encontrar. ¡Es muy agradable que te aplaudan incluso antes de cantar! Pues eso ya me pasa.

--¿La clave es no estresarse?

--Sin duda; llevo 15 años dando vueltas y lo importante es que lo controles. Tengo un formato muy cómodo. Voy por la carretera y veo a los camioneros y pienso que yo también soy un transportista que lleva cacahuetes. El tío más flojo del mundo, como se llama el espectáculo de mi gira.