"Estaba apuntándome al paro cuando me llamó mi mujer para decirme que nos había tocado la lotería", narra José Luis Pasamar. Se encuentra frente al bar Las Fuentes, Ubebo, y sostiene en una mano un vaso de plástico repleto de cava. Entre el gentío, a mitad de camino del orgullo y la incredulidad, exhibe dos papeles en su otra mano. El primero es un décimo del Sorteo de la Lotería Nacional de Navidad. En concreto, el 33003, el quinto premio, dotado con 6.000 euros al boleto. El segundo, su alta en el Inaem.

José Luis trabajaba en una empresa que fabrica portacoches. Ayer mismo se inscribía en el paro tras sufrir las consecuencias de un ERE temporal. Como si la suerte le hubiese querido devolver el macabro guiño del destino, en el mismo momento en que entraba en el paro ganaba 6.000 euros. "Me he quedado algo frío", relata. Es padre de un niño de un año. "Cuando tienes hijos e hipotecas, casi es poco", afirma algo lacónico.

"Pero estoy contento, sobre todo porque ha tocado a todo el mundo del bar", indica. Se refiere al bar Las Fuentes, ayer en perpetua celebración. Su dueña, Sonia Sánchez, compró un lote importante de boletos con el número 33003. Pese a ser un número "feo", los clientes más asiduos comenzaron a comprarlo. Ayer la mayoría de ellos había ganado, como mínimo, 6.000 euros. "Anoche (en referencia a la noche del miércoles) lo intuíamos", comenta Sonia. Varios asiduos del bar rodean a su dueña, entre cánticos, cava y botes de alegría.

¿"Y a ti, te ha tocado?", brama una mujer varios metros más allá del establecimiento. "Nada, mi marido se empeñó en no comprar", exclama otra mujer al otro lado de la acera. "¡No te preocupes!", le consuela la primera. Ambas mujeres se encuentran entre los dos puntos más felices de Utebo: el bar Las Fuentes y la administración de lotería N°2. El puesto lotero es prácticamente nuevo en el municipio. Se instaló en mayo, y tras un premio gordo de un sábado, el de ayer es el premio más importante que reparten.

"300 décimos hemos vendido. Cada uno premiado con 6.000 euros. En total, 1.800.000 euros", explica Pilar Lamarca, dueña del puesto. Sin perder un ápice de alegría, la que le han debido contagiar sus compradores, Pilar afirma que ni ella ni su marido se quedaron con un boleto premiado. "Es imposible quedarse con uno. Pero muy contentos, aunque sólo sea un quinto premio".

Por la administración pasan diversos afortunados. "No sé en qué lo voy a gastar", admite una de ellas. "Yo sí", replica José Luis. "Mi mujer, que tiene una agencia de viajes, y yo, teníamos pensado un viaje a Nueva York", revela esperanzado. No en vano, la suerte, los 6.000 euros de la lotería navideña, bien podrían llevarle de la cola del paro a la gran manzana.

También en la capital

Zaragoza tampoco se quiso perder la fiesta generalizada que se vivió en al comunidad aragonesa ayer. En la capital se pillaron cuatro pellizcos de tres números distintos. La administración más afortunada fue la número 14, ubicada en la avenida César Augusto, que repartió 1.860.000 euros tras vender treinta series del 34001 y diez décimos del 62718. "Estamos desbordados y muy contentos. Ha venido uno de nuestros clientes y ha abierto una botella de champán", aseguró ayer a Efe el encargado, Emilio Simón.

El de César Augusto no ha sido el único puesto de lotería afortunado en la capital. Junto a él, dos más repartieron ayer en Zaragoza boletos dotados con una cantidad importante. Se trata de las administraciones número 5 y 35, ubicadas en la avenida Jamie I y en el centro comercial María Zambrano. Ambas vendieron varios boletos del último quinto premio caído en Zaragoza: el 03643.