Chesús Yuste (Zaragoza, 1963) llegó algo tarde a Twitter, comparado con la entrada en las redes sociales de alguno de sus compañeros. Abrió su cuenta poco antes de inicio de campaña de las elecciones generales de noviembre. Pero desde entonces, se ha convertido en uno de los políticos aragoneses más activo en Internet. Muchos aprovechan para trasladarle por este medio sus inquietudes y él mismo la utiliza para dar a conocer su actividad parlamentaria.

"Me quedé sorprendido cuando vi cuánto sigue la gente de Aragón lo que hacemos aquí, me da la sensación de que despierta más interés mi trabajo en Madrid que el que he desarrollado en las Cortes durante 16 años, aunque creo que esto no tendría por qué ser así". La llegada de Chesús a la Cámara baja supone la vuelta de CHA (que se presentó en coalición con IU en los pasados comicios) al hemiciclo.

Durante su campaña no se cansó de repetir que pretende recoger el testigo de José Antonio Labordeta, cuya corbata llevó cuando tomó posesión de su escaño. Fue la única excepción que hizo, porque Yuste es conocido como "el diputado sin corbata". Admite que el trabajo en la Carrera de San Jerónimo es intenso pero también acepta que "es un periodo de tiempo en la vida y soy consciente de que hay que disfrutarlo al máximo".

La primera vez que entró en la Cámara baja fue como diputado, pero de las Cortes de Aragón. Llegó a Madrid para defender una proposición no de ley junto a los también exparlamentarios Antonio Piazuelo (PSOE) y Javier Allué (PAR). "Lo hicimos tan bien que nos la aprobaron", bromea el diputado de La Izquierda Plural.

En esa ocasión, Chesús Yuste no tenía escaño propio, y tuvo que sentarse en el de una, por aquel entonces desconocida diputada, llamada Soraya Sáez de Santamaría. Cuando se enteró de este detalle, su compañero en el hemiciclo, el popular Eloy Suárez, le auguró "un gran futuro".