La venta de patrimonio municipal ha acabado tensando la relación entre las áreas de Urbanismo y Hacienda a propósito de uno de los objetivos de Fernando Gimeno, vicealcalde y responsable de las finanzas municipales: una parcela donde se levantaba la antigua fábrica de Alumalsa en el barrio de San José. Más de 10.000 metros cuadrados de terreno de titularidad municipal que este quiere poner en el mercado este año, a pesar de que el responsable de Urbanismo, Carlos Pérez Anadón, no está de acuerdo con desprenderse de uno de los suelos que más dinero podría proporcionar al consistorio cuando la situación del mercado inmobiliario sea otra.

Su oposición no es tanto por el valor que se estima para este suelo en otro contexto económico, unos once millones de euros según los técnicos, sino el que tiene ahora. En los cálculos que el consistorio ha hecho, se estima que se obtendrían "entre seis y siete millones" con su venta ahora, por lo que el ayuntamiento estaría renunciando a cuatro millones solo por obtener una inyección de liquidez a corto plazo.

Cuatro millones menos

Pero esto es precisamente lo que necesitan las arcas públicas y desde Economía y Hacienda se entiende que quizá no sea el momento, pero nadie sabe cuánto tiempo habrá que esperar para que recupere ese valor. Y, por contra, se prevé que la parcela suscitará interés en el mercado y se le puede dar fácil salida también ahora. Así, el futuro de esta parcela estaba en manos de Pérez Anadón hasta ahora, pero Gimeno quiere meterla en el inventario de bienes en venta.

Se trata de un solar de más de 10.000 metros cuadrados, junto al polideportivo Pepe Garcés y casi lindando con el paseo del Canal Imperial. Y son unos terrenos que no siempre han estado en manos del ayuntamiento.

Este suelo se utilizó en su día para pagar a las empresas contratistas de la construcción del nuevo cuartel de la Policía Local, en el barrio de La Paz. Sacyr y Marcor Ebro cobraron la obra, valorada en torno a 30 millones de euros, en suelos del ayuntamiento. El problema es que este debía ir destinado a la construcción de vivienda libre, una condición que sigue teniendo. Estas empresas, viendo la dificultad que iban a tener para dar salida a tantos pisos, solicitaron al consistorio cambiar la permuta, que en su lugar le fueran concedidos otros suelos en la ciudad en los que poder levantar vivienda de protección oficial, que pudieran ofertarse a un menor precio y, por tanto, encontrar más fácilmente compradores en la ciudad.

El consistorio accedió, le pagó con otras parcelas que tenía disponibles en el término municipal, estas sí con posibilidad de construir vivienda VPO y, a continuación, cambió la permuta y este suelo de San José pasó de nuevo a manos municipales. Directamente a engrosar el listado de activos que maneja el área de Urbanismo y, desde el punto de vista financiero, una de las más significativas en este momento de poner bienes del consistorio a la venta. Un momento en el que se considera que hay saturación de oferta en la ciudad, tanto pública como privada, desordenada y de incertidumbre por el escenario de recesión que se evidencia a nivel nacional.

Así lo reconocieron en el seno del grupo de trabajo creado en enero. Una comisión técnica en la que además se considera que otros suelos que hay disponibles en la ciudad, a causa sobre todo de la actividad urbanizadora, son de escasa envergadura y rendimiento para el mercado.

También hay terrenos que pueden ser atractivos y que están en manos de la sociedad Zaragoza Vivienda. Pero son conscientes de que no se los pueden quitar (en forma de cesión al consistorio) porque son imprescindibles para la subsistencia de la propia sociedad tras el importante recorte en su presupuesto. Así que la de Alumalsa es la parcela ideal, aunque le pese a Anadón.