Los dos tripulantes del velero sin motor que sufrió un accidente el pasado miércoles cerca del pueblo de Sinués, en el municipio de Aísa, pudieron salvar la vida gracias a que su aparato quedó retenido en las copas de un pinar y no llegó a estrellarse contra el suelo. Así lo indicaron ayer fuentes cercanas a la investigación, que subrayaron que el rescate de los ocupantes, ambos de nacionalidad inglesa fue muy dificultoso por lo agreste del terreno, hasta el punto de requerir la intervención de dos helicópteros.

De momento se desconocen las causas del accidente, pero en principio parece descartarse que fuera el impacto con un buitre, como sucedió el pasado mes de octubre a dos ciudadanos finlandeses que perdieron la vida cerca de la pista de las Blancas, en Borau, cuando realizaban un vuelo con otro aparato sin motor.

En el último siniestro, uno de los tripulantes, de 73 años, fue trasladado a la unidad de cuidados intensivos del hospital Miguel Servet, en Zaragoza, donde ayer su estado era estable dentro de la gravedad. El otro, de 46 años, quedó ingresado en el hospital comarcal de Jaca y su estado no reviste peligro, según fuentes sanitarias.

"Tuvieron mucha suerte", comentaron ayer fuentes cercanas a la investigación. "El aparato en que volaban quedó retenido en las ramas superiores de los pinos y no se vino abajo, lo que probablemente disminuyó la intensidad del impacto", añadieron.

La comarca de Jaca, que aúna buenas instalaciones y unos paisajes espectaculares, se ha convertido en una zona muy frecuentada por los aficionados al vuelo sin motor, tanto nacionales como extranjeros.