Jesús Beltrán, luesiano de 55 años, perdió la vida ayer mientras practicaba una de sus grandes pasiones, la caza del jabalí. Todo apunta a que una bala perdida de alguno de sus compañeros de batida --una docena, según fuentes de la localidad-- acabó con su vida en el paraje conocido como Villatortín, en uno de los dos cotos de caza de la localidad de las Cinco Villas.

Un portavoz del instituto armado confirmó que no hubo detenciones, y que el accidente cinegético es la hipótesis más probable del suceso. Al parecer, no había excesivos matorrales en la zona que pudieran haber dificultado la visión de los compañeros, ni niebla, por la hora del accidente. Una bala rebotada podría haberle alcanzado y causado su muerte.

El accidente, pues, tuvo lugar al mediodía, en medio de una batida de jabalí. Sus propios compañeros encontraron el cuerpo sin vida de Jesús y dieron aviso a la Guardia Civil, que desplazó varias patrullas al lugar. Tras tomar declaración a los testigos, y acudir el juez desde Ejea para el levantamiento del cadáver, el cuerpo fue trasladado al Instituto de Medicina Legal de Aragón en Zaragoza, para practicarle la autopsia, en torno a las cuatro de la tarde.

PESAR El alcalde de Luesia, Jaime Lacosta, que acudió también al paraje ante el aviso del 112, confirmó que todos los compañeros cazadores de Jesús estaban "destrozados, como es normal". Fuentes del entorno de la víctima aseguraron que era una "muy buena persona", y que no faltaba ni un fin de semana a su cita con el pueblo, si las circunstancias se lo permitían, "sobre todo en temporada de caza".

El fallecido vivía en Zaragoza, junto con su familia más cercana, por motivos laborales, aunque aún le quedaban muchos familiares en el pueblo. Era soltero y, según uno de sus compañeros de caza --que ayer no acudió a la batida--, no tenía hijos. La fatalidad quiso que este accidente llegara a la familia Beltrán pocos meses después de otro fallecimiento, del hermano de Jesús, que sufrió un ataque mientras hacía deporte en Pau (Francia), donde residía.

La Guardia Civil se hará cargo de la investigación, que presumiblemente incluirá el cotejo de la bala que causó la muerte a Jesús con las de las armas de los componentes de la batida. Si las pesquisas de la Policía Judicial confirman la muerte accidental del cazador, el caso, como en otras ocasiones, podría saldarse con una condena menor por imprudencia con resultado de muerte.

Ayer mismo, otro cazador disparaba por error sobre un hombre de 66 años que recogía castañas en Tedejo (León), y también resultó fallecido.