Varias zonas de Aragón están en alerta desde hace unos meses ante la posible llegada de dos empresas que para explotar posibles yacimientos de gas o de petróleo, utilicen una polémica técnica, denominada fracking o fractura hidráulica, que puede tener consecuencias para la salud o el medio ambiente. Al menos, así lo consideran los vecinos de estos municipios --situados en el Maestrazgo, la Litera, la Ribagorza, el Somontano y Monegros. También los partidos de las Cortes, que aprobaron recientemente por unanimidad una iniciativa de CHA en la que se insta al Gobierno a declarar Aragón como "libre de 'fracking'. El pleno del Congreso debatirá este asunto a iniciativa de su diputado, Chesús Yuste, esta semana.

Las Cortes son el primer parlamento autonómico que así lo ha solicitado. Posteriormente lo ha hecho el riojano y en Cantabria se está estudiando la creación de una ley para tal efecto. Asimismo, IU ha registrado una proposición de ley para prohibir el uso de la fractura hidráulica para la extracción de gases y ha presentado varias iniciativas.

MÉTODO AMERICANO El fracking es un método desarrollado en Estados Unidos que consiste en perforaciones verticales de hasta 2 y 4 kilómetros de profundidad por las que se introduce agua a alta presión mezclada con arena y sustancias químicas (hay catalogadas hasta 200) para fragmentar las rocas impermeables que retienen el gas, que suele estar disperso en gotas. El agua a presión resurge después a la superficie arrastrando consigo el metano. La perforación vertical va acompañada de la excavación de galerías horizontales para fragmentar los sustratos mediante explosiones.

La principal crítica de sus detractores es que este sistema puede contaminar los acuíferos y las aguas subterráneas de las zonas en las que se ubica el yacimiento. Asimismo, para cada pozo se necesitan alrededor de 19 millones de litros de agua (el equivalente al consumo anual de mil familias aragonesas) y la emisión de metano, hasta 30 veces más contaminante que el CO2. En junio del 2011, la comisión de Medio Ambiente de la UE planteó interrogantes, que propició la moratoria en algunos países, como Francia. Bulgaria la ha prohibido. Varios Colegios de Geólogos también muestran sus dudas, aunque otros expertos --normalmente vinculados a empresas que usan este método-- consideran que no ofrece problemas.

Sobre la mesa del Departamento de Industria de la DGA hay en estos momentos tres peticiones para realizar estudios sobre la posibilidad de captar hidrocarburos en varias zonas de Aragón. Fuentes de la Dirección General de Minas apuntaron que no se ha tomado ninguna decisión y que no se ha autorizado una investigación. Precisaron que para los estudios previos no se realiza la fractura hidráulica, sino que se emplea para la explotación. Solo en el caso de que se autorizara --y admitieron que se tendrá en cuenta la resolución de las Cortes-- se sometería a evaluación ambiental. Autorizar la explotación compete al Ministerio de Industria.

Son dos empresas las que quieren hacer estudios para saber si, posteriormente, se pueden extraer gases. Las empresas son Vermillion Spain Corporation y Montero Energy Corporation, filial española de la canadiense R2 Energy. Esta compañía pretende, entre otros, investigar las posibilidades del Maestrazgo turolense y castellonense, y ya se ha creado una plataforma en las zonas afectadas. En Aragón, afectaría a localidades como Mosqueruela, Tronchón, Fortanete, La Iglesuela del Cid, o La Cuba.

Otras zonas que ven como una amenaza estos estudios es el entorno metropolitano de Zaragoza, cerca de Fuentes de Ebro, en Monegros y gran parte de las comarcas de los somontanos prepirenaicos. Desde hace dos años, el proyecto Turbón operado por Repsol, trabaja en esta zona altoaragonesa. Entidades como Ecologistas en Acción o la plataforma contra la autopista eléctrica han empezado a recoger firmas y a hacer una campaña contra este método.