El abogado de José Marco, Alfonso Polo, planteó como cuestión previa una posible situación de indefensión de su cliente, que se encontró con una querella por fraude fiscal sin haberse enterado de la inspección de la Agencia Tributaria a Marcotrans. Esta, que afectaba a los ejercicios del 2004 y el 2005, tuvo lugar después de que, en marzo del 2006 los hermanos, que hoy siguen sin hablarse, dividieran el negocio familiar. La jueza, que avaló el criterio de la Fiscalía y la Abogacía del Estado, rechazó declarar la nulidad de las actuaciones: "Ninguna indefensión se ha creado en la fase de instrucción", resolvió. Las defensas formularon una protesta, que servirá de base para un hipotético recurso en caso de condena.