Me hice autónomo al ver que había mucho trabajo en Marcotrans y no había suficientes camiones", explicó ayer José Marco, expresidente de la DGA, en su declaración ante el Juzgado de lo Penal número 5 de Zaragoza acusado de fraude fiscal. "Yo no pongo las leyes. Yo me dedicó a cumplirlas. Unas me benefician y otras me perjudican", abundó su hermano Jesús, con el que compartió banquillo.

La Fiscalía y la Abogacía del Estado reclaman sendas condenas de seis años de prisión y 600.000 euros de multa para los dos empresarios, a los que acusan de haber escamoteado a Hacienda 411.000 euros en impuestos en los años 2004 y 2005. Sus defensas, que llevan los penalistas Alfonso Polo Soriano y Jesús García Huici, solicitaron la absolución. El juicio concluirá hoy con los informes de las partes y el alegato final de los acusados.

Los dos hermanos admitieron que en esos dos años facturaron como autónomos más de 1,5 millones de euros a la empresa familiar de transportes por carretera, de la que ambos eran administradores solidarios. José presentó servicios por valor de 785.000 euros y Jesús, por 773.000, según detalló la abogada del Estado.

AUTÓNOMOS Cada uno de ellos actuaba como autónomo y tenía a su cargo cuatro camiones --el máximo que permite la ley-- con otros tantos conductores que trabajaban para Marcotrans --algunos, con contratos a tiempo parcial con el empleador y la empresa-- y que cubrían rutas similares. El grueso de sus gastos como autónomos --multas, combustible, seguros, reparaciones-- era pagado desde cuentas bancarias en las que ambos figuraban como cotitulares.

Los Marco aseguraron que era cada uno de ellos quien pagaba los gastos de su actividad como autónomo, aunque apenas guardan facturas de aquella época para probarlo. "Nadie nos dijo que hubiera que guardarlas", coincidieron en indicar.

Las acusaciones sostienen que se trataba de una operativa fraudulenta --basada en una confusión patrimonial y ejecutada bajo una dirección coordinada-- dirigida a aumentar los gastos de Marcotrans, lo que permitía a la empresa reducir su tributación en el Impuesto de Sociedades, y, al mismo tiempo, posibilitaba que ellos ingresaran unos beneficios por los que apenas pagaban tributos, ya que el sistema de módulos no obliga a pagar suplementos por debajo de los 450.000 euros anuales. José Marco admitió que la operativa se la propuso un asesor.

LEGALIDAD Las defensas, por el contrario, mantienen que no existe ningún fraude. Sostienen que ese sistema está amparado por la ley, que permite a los autónomos tener empleados a su cargo y trabajar con ellos para una empresa concreta. Incidieron en que un transportista que no trabaje para una empresa de transportes no tiene hoy posibilidades de subsistir. A sus camiones les indicaban la tarea los responsables de Circulación de Marcotrans.

Los dos hermanos coincidieron en indicar que Jesús se encargaba en exclusiva de la gestión de Marcotrans, aunque José firmó algunos cheques relacionados con su actividad, y de otras dos empresas mientras el expresidente de la DGA dirigía otras tres sociedades familiares. "José venía a dar vuelta alguna vez. El que se encargaba del 100% era yo", dijo Jesús.