La empresa y los sindicatos de Sarga firmaron ayer un preacuerdo tras un mes de negociaciones. Contempla 75 despedidos a 32 días por año trabajado, que incluyen las bajas incentivadas a 42 días. Unos 50 serán de Sirasa y otros 25 de Sodemasa. La sociedad se compromete a modificar la estructura laboral en los próximos dos ejercicios. CCOO se negó a rubricar el documento al entender que no contaban con suficiente información.

Se zanja así una ardua negociación, en la que han aflorado las vinculaciones políticas que han existido, y se mantienen, entre estas empresas públicas y los partidos, sobre todo el PAR. No se ataja, sin embargo, este problema, sino que seguirá persistiendo en el seno de Sarga. De los 75 despedidos, unos 50 serán antiguos empleados de Sirasa --que tenía beneficios--, mientras que los de Sodemasa --con cuantiosas pérdidas-- serán solo 25.

El preacuerdo deberá ser ratificado por las asambleas de trabajadores la próxima semana, pero los sindicatos OSTA y UGT, con mayoría suficiente para cerrar el pacto con la empresa mostraron ayer su satisfacción por las condiciones logradas para los empleados.

Este fue uno de los motivos por los que CCOO abandonó ayer la mesa de negociación. La empresa justifica los despedidos en la carga de trabajo, unida siempre a los encargos que realiza el Gobierno de Aragón. "Nosotros entendemos que el ajuste se ha hecho con criterios políticos porque sale perjudicada una parte de la sociedad sin que nos hayan explicado con claridad los motivos", subrayó Francisco González, portavoz de este sindicato en Sarga.

El acuerdo, además de los 75 despidos, contempla reducciones salariales --sin determinar aún-- y de jornada laboral. En conjunto el ahorro será de 3,3 millones de euros, que se deben sumar 1,1 millones previstos en los costes de funcionamiento y los 0,7 millones del recorte de 12 directivos --cuyas funciones aún no están claras--. Todo ello suma los 5,1 millones que la sociedad pública prevé perder este año.

El proceso para acogerse a las bajas voluntarias se abrirá la próxima semana y durará hasta el 13 de febrero. Si el número de trabajadores no llegase a alcanzar los 75 despidos contemplados en el acuerdo --algo improbable-- se procederá a complementar con empleados que se irán a la calle de forma forzosa.

De articular este proceso se encargará un comisión creada al efecto, con representantes de la empresa y los trabajadores, que determinará los criterios de designación de las personas que son despedidas y sus posibles recolocaciones. Se tendrá en cuenta para ello la carga de trabajo de Sarga para el 2013.

Uno de los aspectos del acuerdo que más satisface a los sindicatos es que durante este año y el 2014 no se producirán más despidos. Con el compromiso de que, si fuera necesario un nuevo ajuste, se convocaría a la comisión mixta.