El Gobierno de Aragón realizará durante este mes inspecciones en mataderos donde haya canales de equinos. El objetivo es comprobar que estas carnes "sigan el trazo correcto". Asimismo, también se tomarán muestras en establecimientos que vendan "cualquier tipo de carne", y que "pudieran ser susceptibles de contener carne equina mezclada con alguna de otro tipo". La "orden", proviene del Ministerio de Sanidad .

El Instituto Nacional de Consumo ha encomendado a las direcciones generales de sanidad de las comunidades autónomas, la recogida de cinco muestras de productos susceptibles de contener carne de caballo. Estas serán tomadas en cinco establecimientos que el instituto ha dictaminado. Por tanto, no serán aleatorias. Buscan productos que contengan "carnes mixtas", como por ejemplo, hamburguesas. El objetivo es comprobar que "cuando el etiquetado dice que es 50% carne vacuno y 50% carne de cerdo, esto sea así, y no haya presencia de otros tipos de carnes en las piezas", indican fuentes de la DGA.

CONTROL El departamento tiene de plazo este mes para remitir las muestras al Centro de Investigación y Control de Calidad. Insisten en que "no es una orden que llega desde Madrid", y que "tampoco es una campaña de inspección", ya que la carne de caballo es "sana, legal y no hay problema alguno en su comercialización".

Asimismo, varios inspectores de salud pública, acompañados por veterinarios, visitarán los mataderos donde se sacrifican y despiecen los equinos, para "asegurarse de que se cumple la trazabilidad". En este caso, los trabajadores del área de salud pública, recogerán cinco muestras para su estudio.

Uno de los objetivos de la DGA es "garantizar que el etiquetado de las bandejas de carne y piezas sea el correcto", e indentifique "fielmente lo que es".

Alejandra Bastarós, diplomada en Nutrición humana y Dietética por la Universidad de Zaragoza, explica a este diario que "utiliza la carne equina en sus dietas", ya que "está recomendada para personas con anemia y que se encuentren en una fase de quimioterapia". Para Bastarós el problema "no es de calidad, ni salubridad", sino de "precios". "Nos molesta que esté al mismo precio que la ternera" y eso "hay a quien no le gusta". "Normalmente, suelo recomendar carne de caballo a personas con déficit de hierro, ya que esta es, precisamente, muy abundante en él", añade la nutricionista.