El Ayuntamiento de Teruel está haciendo pruebas para eliminar los chicles que afean el pavimento en toda la ciudad, en especial en las zonas más concurridas y céntricas. Así, en la mañana de ayer, el concejal de Limpieza, Segundo Pascual, se encargó de rascar los chicles pegados en las piedras de la fuente de la plaza del Torico.

Mientras, a su lado, los operarios de la brigada de limpieza aplicaron un producto desincrustante y vapor de agua a presión, una mezcla que facilita la labor del moderno sistema.

Las pruebas dieron un resultado satisfactorio a juzgar por el aspecto posterior de la fuente, según indicó ayer un portavoz del consistorio. En los próximos días se repetirá este proceso en otras zonas de la ciudad aquejadas del mismo mal.

El objetivo a más largo plazo sería extender la limpieza de chicles a los lugares más visitados, con el fin de mejorar la imagen de la ciudad y de ofrecer un aspecto más cuidado.

Cabe recordar, a este respecto, que la ciudad de Zaragoza ya aplica este sistema desde hace varios años. Periódicamente, los equipos de mantenimiento recorren las zonas de la ciudad más castigadas por esta antihigiénica plaga y retiran los restos de goma de mascar.

Fuentes del consistorio de Teruel indicaron que próximamente se convocará una rueda de prensa para explicar a los medios los planes municipales sobre la forma en la que se procederá a llevar a cabo este tipo de limpieza.

La idea podría ser empezar por el centro histórico para ir posteriormente hacia los distintos barrios de la ciudad