Si Teruel fue la última capital de provincia a la que llegó el ferrocarril, "no queremos que también sea la primera capital donde desaparezca el tren". Este es el peor escenario posible y "sin querer crea alarma", es una posibilidad si no se defienden los servicios ferroviarios antes del 30 de junio. Así se expresó ayer el portavoz del Comité de Empresa de ADIF y de los delegados de personal de RENFE Operadora en Teruel, Ramiro Gracia, quien reclamó tanto a la DGA como al Ministerio de Fomento más claridad sobre los servicios ferroviarios que se van a mantener.

Actualmente, explicó Gracia, hay diez servicios en la línea Valencia--Teruel--Zaragoza. El Ministerio de Fomento anunció el pasado 28 de diciembre que únicamente cuatro servicios serían de carácter público. Ello supondría, dijo, la pérdida de seis servicios, que podrían ser los que unen la capital turolense con Valencia o con Zaragoza y el que va de Valencia a Huesca. Desde el Gobierno de Aragón, explicó Gracia, únicamente se sabe que se negocia pero no en qué sentido. Los trabajadores, señaló, han invitado a reunirse con ellos a la DGA, pero no han recibido respuesta.