Un grupo de sindicatos y entidades sociales, constituido en plataforma, hizo ayer un llamamiento "al conjunto de la sociedad aragonesa", para defender el servicio público ferroviario y reclamar al Gobierno de Luisa Fernanda Rudi la elaboración de un "plan regional de transportes". Un plan que, según este colectivo, debe "garantizar la adecuada comunicabilidad de todas nuestras comarcas dentro de un modelo público sostenible y que se adapte a nuestras necesidades". Sus promotores abogan, entre otras cosas, por la intermodalidad entre trenes y autobuses, la modernización de líneas de alto valor estratégico como la Zaragoza-Valencia o incluso que los usuarios puedan subir las bicicletas a los vagones.

La pretensión del Ministerio de Fomento de reducir "de manera significativa" trenes regionales y de media distancia en la comunidad, hecha pública el pasado mes de diciembre y que en Aragón se concreta en la desaparición de hasta 16 servicios, un 28%, propició la lectura en Zaragoza de un manifiesto. Sus firmantes aseguran no poder "aceptar pasivamente" la medida del Gobierno, que aduce "criterios de rentabilidad económica y de baja afluencia de viajeros".

"Más aún --añade el texto-- cuando esta situación ha sido consecuencia directa del abandono y la desinversión al que el servicio ferroviario convencional ha sido sometido durante décadas", en beneficio de "grandes infraestructuras como el AVE". "No es momento de eliminar el transporte público, sino de impulsarlo", expuso Luis Carcasona, del sindicato ferroviario. Por su parte, Luis Clarimón, de CCOO, llegó a hablar del transporte público como "la cuarta pata del estado de bienestar".

La plataforma, que no descarta movilizaciones, informó de que pedirá una reunión con el consejero Fernández de Alarcón, quien el lunes anunció, sin detallarla, una relación de servicios por los que la DGA ha pedido presupuesto a Renfe, con objeto de mantenerlos frente a los recortes de Fomento.