El próximo mes de abril la empresa Tarmac podría traer el primer avión a las instalaciones que tiene en el aeropuerto de Caudé, toda vez que tiene colapsados sus espacios operativos en Tarbes (Francia). Para ello ya dispone de un hangar y ha contratado a ocho trabajadores en un proyecto que en el plazo de cuatro años podría tener una plantilla superior al centenar de operarios.

Tarmac está pendiente de la verificación de la Agencia de Seguridad Aeronáutica para poder empezar a operar una vez que el aeropuerto de Caudé tiene todas las autorizaciones para su apertura al tráfico aéreo. Precisamente ayer una avioneta realizó una revisión de los procedimientos de aproximación, despegue y aterrizaje y comprobación de los sistemas de comunicación.

La aeronave viajó desde Zaragoza con piloto, copiloto y un ingeniero aeronáutico del Gobierno de Aragón, Enrique Aguilar, quien señaló que todo funciona correctamente tras un vuelo que sirvió de preparación para la llegada de aviones grandes.

En este mismo sentido se pronunció el director del aeropuerto, Alejandro Ibrahim, quien consideró esta fase importante para que la empresa Tarmac pueda comenzar a trabajar lo antes posible. Es un paso más, afirmó el alcalde de Teruel, Manuel Blasco, que comparó el proyecto con una carrera de fondo en la que únicamente está pendiente que Tarmac cumpla con todas las expectativas que ha creado.

Blasco recordó que el ayuntamiento puso 600.000 euros de la compra de los terrenos al Ministerio de Defensa hace años, una cantidad de la que el Gobierno de Aragón aportó el 70% y el resto del proyecto del aeropuerto ha sido financiado con cargo al Fondo de Inversiones de Teruel, es decir, "de los ciudadanos con sus impuestos".

La avioneta que llegó ayer sobrevoló las instalaciones para, a continuación, aterrizar y ser bautizado con espuma por los bomberos al considerarse el primer vuelo que aterriza en el aeropuerto tras la concesión de las licencias. Poco después aterrizó una segunda avioneta.