La Semana Santa laboral

Nos adentramos en esos días en los que las procesiones tienen que esperar a que, tanto cofrades como público, acaben su jornada laboral y se dispongan a tomar las calles

La Semana Santa laboral

La Semana Santa laboral

Daniel Latorre, Coordinador del Ámbito Cofrade

Empieza la Semana Santa Laboral, a la espera de que lleguen los días festivos. Hoy sin ir más lejos, pareciera que todas las Cofradías se pusieran de acuerdo y, para no hacerse competencia, o quizás para hacérsela, deciden salir todas a la calle a la misma hora. En sesión de nueve de la noche todas estas películas comienzan su emisión.

Parece que estas procesiones de entre semana tienen otro encanto, el encanto de lo furtivo, del que le roba el tiempo al tiempo para labores y menesteres que nada parezca que tengan que ver con lo habitual en tales días. Setenta y cinco años no se cumplen todos los días. Para las personas, tal y como está el nivel de vida y la sanidad, es bastante sencillo llegar a esa edad, pero cuando hablamos de entidades como las cofradías, que en mucho se deben a avatares de todo tipo: crisis internas y crisis externas, como la que nos está cayendo de un tiempo a esta parte; entonces es todo un logro llegar a edades tan avanzadas. No es la primera que llega, ni siquiera es la única que lo hace este año, le acompaña la de la Entrada, pero este día le toca su celebración de cumpleaños a la Cofradía de Jesús Camino del Calvario.

Celebra sus bodas de brillantes no esperando un regalo, sino haciéndole uno a la ciudad en general y a la Semana Santa zaragozana en concreto: la peana de la Primera Caída, obra del artista sevillano D. Manuel Reina Infantes. Cuando menos, una obra que enriquece su patrimonio y que trae aires nuevos: la posición de la talla y, sobre todo, una elaboradísima peana, que combina madera y algo tan nuestro como el alabastro. Me consta que ya va siendo la comidilla de los mentideros cofrades. Le invito a que juzgue usted mismo.

Surgiendo de la bellísima portada de Santa Engracia, podremos disfrutar de esa estampa. Un consejo, no se pierda tampoco la otra gran estampa de esta Cofradía, cuando cruza el Arco de San Ildefonso (junto a la parroquia de Santiago) y el humo de los incensarios caracolea en el túnel por entre los Pasos y los cofrades, iluminados levemente por un farol taciturno y amarillento.

A la misma hora, la ínclita Cofradía de las Siete Palabras comenzará su Vía Crucis. En este día no saca sus Pasos, espere al Viernes Santo por la mañana para disfrutar del despliegue de todo su patrimonio; pero hoy procesiona su esbelta peana de perfecta anatomía y multiplicidad de tonos madera. Hágame un favor y hágaselo a usted mismo: apóstese con tiempo en las inmediaciones del Arco del Deán y disfrutará, sin duda, de uno de los rincones privilegiados donde contemplar esta talla y escuchar alguna de sus estaciones del Vía Crucis.

Los Vía Crucis

Si es usted de esas personas que disfruta con los Vía Crucis, hoy, tal y como dicen los andaluces: ¡Se va a jartá!. Dos cofradías más celebran sendos itinerarios de Pasión. La Cofradía de la Exaltación de la Cruz recorrerá las calles del barrio de Casablanca, partiendo desde la Parroquia de Santa Gema y desde un punto diametralmente opuesto de Zaragoza, la parroquia de Nª Sª de los Dolores, la Cofradía de los Dolores hará lo propio por el barrio de San José.

250 años de historia

Más de doscientos cincuenta años de historia a la espalda de la Cofradía de Jesús Nazareno son un respaldo más que fiable de que han hecho las cosas muy bien y de que son una cofradía que cuenta con el respeto y la devoción de muchos. Hoy nuevamente saldrá a la calle a presentarnos al Nazareno y a teñir la madrugada de morado cuaresmático.

Si usted tiene el ánimo dispuesto a trasnochar, acuda a San Cayetano a partir de la medianoche y gozará de unos buenos momentos de redobles imposibles y entregas totales por parte de tambores, timbales, bombos y unas excelsas cornetas en las recogidas de esta última cofradía y de las Siete Palabras.

Total ¿en qué le va que usted duerma una o dos horicas más o menos? Si esto es una semana al año y ¡qué nos quiten lo bailao, oiga!

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