Decenas de vecinos del barrio de Rosales del Canal volvieron a movilizarse ayer en protesta por la cesión, por parte del ayuntamiento, de la única parcela destinada a equipamientos públicos a la asociación privada Remar, que construirá un edificio destinado a la rehabilitación de drogodependientes.

En esta ocasión, la concentración se llevó a cabo a través de la escenificación de la procesión de la cofradía del Santo Rosal, que partió desde la plaza Beethoven y que siguió un recorrido en torno a la parcela de la calle Wagner donde se levantará el centro.

"Se están un olvidando de las necesidades de todo un barrio, que se queda sin posibilidad de servicio alguno ante la falta de parcelas", criticaron los vecinos.

De hecho, más de un centenar de ellos consiguió retrasar durante unas horas el acceso al solar de la maquinaria que debía comenzar las obras. Mediante la invasión del recinto y una cadena humana, los vecinos trataron de impedir el inicio de los trabajos, hasta que las fuerzas de seguridad despejaron la zona y habilitaron el acceso de los trabajadores.

La cesión, para los próximos 75 años, fue aprobada definitivamente el pasado verano, pese a las continuas manifestaciones del rechazo vecinal.