Un total de 379 días ha vivido el científico aragonés Carlos Pobes en la Antártida, en esa zona del polo Sur donde se alcanzan unos casi sobrenaturales 73 grados bajo cero pero donde no existe la "crispación diaria", al mando del único telescopio de gran dimensión, capaz de detectar neutrinos fuera del sistema solar.

Y es que este físico de la Universidad de Zaragoza ha sido uno de los winter overs, encargado de controlar el correcto funcionamiento del único telescopio de neutrinos llamado Icecube, situado en la base Amundsen-Scott de la Antártida, en el último año. "Habitualmente la gente piensa que allí vas a estar pelado de frío, pero dentro de la base, había una temperatura muy agradable, de 21 a 23 grados", asegura.

No así en el exterior, donde el termostato pasaba de los 20 o 30 grados bajo cero en verano hasta situarse en los 50 grados negativos, para seguir descendiendo aún más. "A mediados de febrero, cuando se alcanzaron los 40 o 50 bajo cero, los aviones ya no podían volar y nos quedamos aislados durante ocho meses. No podía llegar nadie", comenta.

Pobes no dudó en participar en lo que ya es un ritual casi obligado entre los trabajadores de la base, el llamado El club de los 300, en referencia a la diferencia térmica a la que se someten. "Es ya una tradición que consiste en, cuando se alcanzan los 73 grados bajo cero, meternos en una sauna a 93 grados y después de estar allí diez minutos, salir afuera e ir andando desnudo hasta la marca exacta que indica el polo Sur", señala.

Estas experiencias, narradas en su blog El día más largo de mi vida, ya que solo ha vivido un amanecer y un anochecer en todo este tiempo, acompañaron el trabajo científico que realizó en la base y que consistía en controlar y garantizar que el telescopio Icecube, que cuenta con 5.000 sensores enterrados en el hielo, recopilara información constantemente.

En concreto, el objetivo de este aparato, que ocupa un kilómetro cúbico de superficie, es localizar la presencia de neutrinos no procedentes de las centrales nucleares, donde se produce una gran cantidad de ellos, sino de fuera del sistema solar.

Pobes no descarta volver a presentar la solicitud para regresar al Polo Sur si se mantiene la "incertidumbre laboral" con la que se ha encontrado a su vuelta.