El Ayuntamiento de Zaragoza estudia la demolición parcial de uno de los bloques afectados por la dolina situada en la avenida de las Estrellas, en Valdefierro. La decisión afectaría a 18 viviendas de la escalera 5, la más afectada por la sima, cuyos residentes serían realojados de forma inmediata por el propio consistorio. Todo ello teniendo en cuenta que el juzgado debe pronunciarse todavía sobre la responsabilidad de la construcción y, en su caso, por la posible indemnización a los perjudicados.

Esta será la propuesta en firme de Urbanismo, que llevará al consejo de gerencia del próximo martes la incoación de un expediente para determinar el estado del bloque 1-9, escalera 5, de la citada vía. Con esta aprobación, se abrirá un proceso de información pública para que tanto los vecinos afectados, como la promotora o la constructora, aporten, durante 15 días, la información que consideren necesaria para el proceso. Sin embargo, la decisión del consistorio de declarar en ruina esta porción del bloque parece firme, al menos a tenor de los datos que maneja actualmente y que revelan que el movimiento del edificio se ha ralentizado, pero no se ha parado en su totalidad.

VEINTE AÑOS La construcción de este bloque data de finales de los 90 y los problemas aparecieron poco después de finalizarse las obras, sobre todo en cuanto a la estabilidad del terreno por la existencia de una dolina, lo que provocó numerosas patologías en la construcción y grietas cada vez más profundas. En el año 2004, el juzgado número 5 encargó al consistorio zaragozano que actuase para contener los daños, tras lo que se diseñó un plan de obras para contener la dolina.

Según los testigos instalados en el inmueble, apuntó ayer el gerente de Urbanismo, Carmelo Bosque, los trabajos efectuados han logrado contener la sima y "el movimiento del edificio se ha reducido notablemente". De este modo, si antes de realizar los trabajos este era de 30 milímetros al año ahora se registran 3 milímetros. Pero, aunque el resultado de los trabajos ha sido positivo, los técnicos de Urbanismo han concluido que "no hay posibilidad inmediata" de ejecutar trabajos que permitan parar el deslizamiento.

En conclusión, la única salida que apuntó Bosque es la declaración de ruina de esa escalera y su posterior demolición, sin que esto afectase al resto del bloque, en el que hay un centenar de viviendas. "Se trata de partes independientes a las que solo les une la cimentación. Por eso, esta escalera está tirando de los otros bloques", indicó Bosque. Es decir, que la amputación de esta parte de la urbanización al menos minimizaría los riesgos.

Para los vecinos, este ha sido un problema constante que se gestó mal desde el comienzo. "Dijimos desde el primer día que no se tenía que haber construido allí", asegura el presidente de la asociación de vecinos Las Estrellas y residente en la zona, Jesús Picazo.