Los vecinos del bloque de la calle Diez de Agosto donde, al menos hasta ayer, continuaba viviendo el arrestado, no salían de su asombro por los delitos que se le atribuyen. Unos cargos de los que se enteraron ayer, por la procesión de medios de comunicación que se acercaron a su bloque, sobre todo por la mañana.

Pese a que la comunicación policial le dibujaba como un joven retraído, "con escasas relaciones sociales", literalmente, sus vecinos discrepaban casi unánimemente. "Ha sido una sorpresa, es un chico muy agradable", contaba una vecina. "De él no me lo esperaba", apuntaba otra. "En las juntas hablaba mucho, y bien".

El supuesto carácter retraído no fue confirmado por ninguno de los vecinos consultados, que incluso recordaban que, "hasta hace unos meses, vivía con una chica", según Javier Auría, un antiguo vecino del bloque. "Es un chico muy normal, no te imaginas algo así", explicaba.

El anuncio del arresto y la investigación fue una sorpresa mayor al continuar viviendo allí, y por el hecho de que nadie se enterara de la detención. Uno de los vecinos recordaba que sí le vio, "en noviembre", salir acompañado por tres personas que no le sonaban. "Se metieron en un coche, pero pensábamos que iba a vender el piso. Aunque cuando volvió y le pregunté, dijo algo así como para vender el piso estoy yo", rememoraba.

Grabados

Como confirmaron fuentes policiales, el presunto pedófilo no mantenía ninguna interacción social con los espiados. En su comunidad, según los testimonios de los vecinos, nadie había recibido ningún aviso de la Policía al respecto. "Yo no me preocupo, no tengo ordenador, bastante tengo con acordarme de dónde vivo", comentaba una vecina, que como la mayoría prefirió no dar su nombre.

A Carlos, el presidente de la comunidad y uno de los pocos vecinos jóvenes del bloque, tampoco le preocupaba demasiado la posible invasión de su intimidad. "No me ha llegado ningún aviso, pero no creo que me haya grabado nada. Además, aunque esté apagado, se encendería la luz de la cámara web, me hubiera enterado si me hubieran hackeado el ordenador", esperaba.

La sorpresa, eso sí, no sentó del todo bien a todo el mundo. Un vecino se mostró extrañado de la tardanza en conocer la noticia. "Supongo que habrán tenido que hacer sus gestiones, pero no entiendo muy bien que, si lo detuvieron en noviembre como dicen, no nos hayamos enterado hasta hoy. Te podían avisar, para tomar alguna precaución", razonaba.

Algunos vecinos, según contaban, habían acudido a la comisaría de San José para confirmar que no habían sido víctimas de grabaciones ilícitas. Pero eran derivados a la Jefatura Superior de Policía del paseo María Agustín. Fuentes oficiales del Cuerpo aseguraron que todos los afectados han sido informados como parte de las gestiones de la investigación.