La decisión de la Delegación del Gobierno de autorizar las dos concentraciones a la misma hora no contentó a nadie. Al 15-M, por modificar el recorrido de la marcha que solicitaron en función de la Falange. A esta, por reubicarlos en la calle Alfonso, una "medida antidemocrática" por una actuación conjunta de la "dictadura del bipartidismo" y los indignados.