El Código Penal asigna condenas de entre seis meses y un año de prisión o una multa de 12 a 24 mes a las personas que son declaradas culpables de un delito de exhibicionismo y provocación sexual. Así, los delincuentes primarios eluden el ingreso en prisión por carecer de antecedentes. La máxima multa teórica asciende a 216.720 euros. En la práctica son menores.