Mientras la Administración decide qué hacer con Averly, la constructora que es la actual dueña de los suelos y que los adquirió para levantar 200 pisos en la zona, Brial, acumula ya dos meses de retraso, con un plan especial ya elaborado y presentado a Urbanismo del Ayuntamiento de Zaragoza y una comercialización que preveía iniciar el próximo otoño. La incógnita sobre si será o no BIC podría acabar teniendo repercusiones económicas si se siguen acumulando demoras.