La jubilación forzosa decretada por el Gobierno de Aragón para un buen número de médicos no solo tiene consecuencias en la estructura laboral de los centros sanitarios. También se deja sentir en la atención que se dispensará, a partir de ahora, a determinados colectivos. Por ejemplo, a los 19 niños que son tratados en los hospitales zaragozanos Miguel Servet y, especialmente, el Clínico, por haber contraído el virus del sida.

Esa es, al menos, la denuncia que hizo ayer la pediatra Mercedes Gracia Casanova, la, según ella, "única responsable" de la Unidad de Infecciosas del Servicio de Pediatría del Clínico. Esta doctora, que recibió el pasado día 5 la comunicación de su jubilación forzosa, explicó que es la "única persona experta en el control y tratamiento de sida infantil" en ese hospital, y "es posible" --añadió-- "que en Aragón". Gracia solicitó una prórroga de un año, para "realizar un traspaso de conocimientos y de experiencia a la persona que me va a sustituir".

Sin embargo, su petición fue "denegada" lo que, según ella, coloca en situación de "desamparo" a los 16 niños con sida --10 de ellos menores de 12 años-- que se hallan bajo control en la unidad de Enfermedades Infecciosas del centro zaragozano. "El sida infantil requiere una preparación especial", afirmó esta doctora, que, aunque no quiso desmerecer a su posible sustituto, también argumentó que "para hacerse cargo de esta enfermedad hay que estar familiarizado con los estudios clínicos, de resistencias, las interacciones entre fármacos y un largo etcétera". Gracia también destacó que, además, no van a ser reemplazados todos los pediatras jubilados.

Fuentes del departamento de Salud contestaron, sin embargo, que "se repondrá a todo el personal sanitario necesario para mantener la calidad asistencial en todos los servicios". Sobre este caso particular, afirmaron que "los pacientes no van a notar nada" y acusaron de "alarmismo" a los profesionales que hacen declaraciones como la de la doctora Mercedes Gracia.

La DGA recordó, además, que de momento "no hay nada decidido" y que se "va a estudiar caso por caso" la oportunidad de conceder las prórrogas que han solicitado los profesionales sanitarios en un número que tan solo alcanza "una veintena".