Están por todas partes, aunque, fundamentalmente, en el edificio Interfacultades del Campus San Francisco, escenario principal de la quejas estudiantiles contra los recortes en materia educativa. Allí, numerosas pancartas, carteles, pintadas y dibujos muestran el rechazo del alumnado universitario a las subidas de tasas, a los nuevos requisitos para obtener una beca del ministerio y a demoras en la construcción de equipamientos necesarios. El clamor es general y también alcanza al Ejecutivo autonómico, aunque es el titular de Educación, José Ignacio Wert, el que se lleva la palma.

Incluso, desde la propia conserjería del Inter se venden, desde hace tiempo, camisetas de Marea Verde. "Estamos muy descontentos y no solo el alumnado, sino también el profesorado, personal de administración y servicios y el propio rectorado", apuntan dos alumnos que pasan junto a una pancarta contra los recortes situada en la fachada del edificio de Filosofía y Letras.

TAMBIÉN EN VERANO Así, el malestar general se hace patente casi en cada rincón de la Ciudad Universitaria. Ni siquiera el verano, periodo en el que la actividad queda reducida a su mínima expresión, ha neutralizado la protesta, ahora reactivada en vísperas del inicio del próximo curso académico.

La universidad no rebla. Y todo a menos de un mes de la llegada de Wert, el día 23, a Zaragoza para inaugurar oficialmente el curso. Previsiblemente se topará con el desencanto de la comunidad educativa incluida, claro, la universitaria. "Él sigue en su misma línea y nosotros en la nuestra porque continúa adoptando medidas en nuestra contra y no hace nada para favorecernos. Lejos de eso, va a más y, por supuesto, los estudiantes no nos podemos echar atrás", advierte Rafael Rubio, presidente del Consejo de Estudiantes de la Universidad de Zaragoza.

Porque el ambiente sigue caldeado. De hecho, ya se han programado las primeras asambleas del curso de cara a preparar movilizaciones contra la política educativa llevada a cabo desde Madrid. "Se espera un comienzo de curso caliente", apunta Rubio, que recuerda que Wert "no nos recibió en el último Consejo de Estudiantes que se celebró en julio porque decían que estaba ocupado pero luego lo vemos en el trofeo Santiago Bernabéu tan tranquilo. Hace cosas peculiares", subraya Rubio.

En el horizonte está la inauguración del curso. El rectorado ha pedido educación ante las previsibles muestras de descontento estudiantil y los alumnos advierten de que "preferimos que se nos vea mostrando nuestro rechazo a lo que no nos gusta que quedar inmóviles y dar la sensación de que nos parece bien lo que está haciendo" aunque matiza que "sin llegar a poner en peligro la celebración del evento".

Incluso, la llegada de Wert a tierras aragonesas podría provocar que la asamblea anual del Consejo de Estudiantes del Estado se celebre en Zaragoza en lugar de en Madrid, como es habitual. "Ese día, esta ciudad será el epicentro del mundo académico y haremos ver, a través de movilizaciones, que no nos gusta lo que vemos y lo que, desafortunadamente, estamos sufriendo", concluyó Rubio.